/ miércoles 10 de julio de 2024

A favor de una reforma al Sistema de Justicia

Por supuesto que estoy a favor de una gran reforma al Sistema de Justicia en México. De ninguna manera como lo plantea el presidente López Obrador y sus lacayos dentro y fuera de ambas cámaras en el Poder Legislativo.

La razón es muy simple, la justicia en México es lenta, es en la mayoría de los casos inhumana y atiende a priori a quienes pueden pagar por ella; pues para los que tienen dinero y poder, la justicia llega rápido, para los demás, hay que esperar unos tiempos tortuosos, de mucha angustia y frustración. Seamos francos, cuántos de nosotros no hemos tenido algún asunto, ya sea civil, familiar, penal o de cualquier índole ante la justicia, propios, de familiares o amigos cercanos y la verdad, en la mayoría de los casos encierra tortuguismo, inexperiencia, falta de interés, incluso corrupción, el mal sabor de boca que deja, no se olvida.

Sin embargo, no es el Poder Judicial el único culpable o el culpable de que muchos vivamos estas malas experiencias; la realidad, es que intervienen muchas personas e instituciones, si queremos una reforma verdadera al Sistema de Justicia,que nos garantice lo que señala la Constitución de que esta sea pronta y expedita, además que resuelva en todo con la más alta ética, equidad y honestidad, debemos sin duda incluir a las fiscalías, a los defensores de oficio, a las barras y colegios de abogados, y no sólo pretender ajustar a los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial.

Por lo tanto, la elección de estos últimos no garantiza una mejor o un mayor acceso a la justicia, razones hay muchas y de distintas corrientes, yo me quiero enfocar a la que más conozco, si elegir mediante el voto popular garantizará menor corrupción y menor abuso, la mayoría de los legisladores y poderes ejecutivos serían impolutos, pero sabemos que eso tampoco es verdad, muchos de los políticos que la ciudadanía elige por voto popular resultan unos verdaderos pillos, haraganes, flojos, aprovechados, cínicos, sin verguenzas, rateros, traidores y mucho más, en Chihuahua dos buenos ejemplos, los ex gobernadores César Duarte y Javier Corral.


De lo anterior concluyó que, elegir por voto popular a jueces, magistrados y ministros no resolverá el problema que señalé en el inicio de estas líneas acerca de cómo se percibe la justicia y cómo la viven la mayoría de los mexicanos.

Es innegable que muchas de las fallas en el acceso a la justicia la entorpecen con su falta de pericia y capacitación las fiscalías, los ministerios públicos, la investigación nula o poca que en muchos casos realizan y así presentan miles de casos antes los jueces y éstos por supuesto al no haber suficiente evidencia los desechan, lo digo por experiencia propia, los delincuentes siguen libres y siguen dañando a las y los mexicanos, porque no hay expedientes suficientemente robustos como para aplicarles el peso de la ley.


También creo que habrá jueces, magistrados e incluso ministros que no realizan con apego a la ley su trabajo, o con el suficiente profesionalismo, tal vez debamos darle a quienes los revisan mayores armas y mucha mayor autonomía para que se actúe en consecuencia. Hay otros aspectos que se deben revisar, los tiempos, los procedimientos que pueden ser largos y complejos, los presupuestos, pero bajo ningún motivo, deberíamos experimentar elegir a quienes imparten justicia.


Finalmente, no debemos olvidar que esta reforma es una venganza más del enfermo que despacha en Palacio, de la presidenta electa que gobernará con mayor ideología que el actual; y de los aplaudidores morenistas; tendrán los votos y el poder para realizar la reforma, sí posiblemente, pero no tienen toda la verdad y toda la razón.


Seguiré levantando la voz por quienes no pensamos como Morena y sus rastreros, México es de todos y no de unos cuantos, seguimos.


Licenciada en Administración. Diputada federal

rocio.ga@gmail.com


Por supuesto que estoy a favor de una gran reforma al Sistema de Justicia en México. De ninguna manera como lo plantea el presidente López Obrador y sus lacayos dentro y fuera de ambas cámaras en el Poder Legislativo.

La razón es muy simple, la justicia en México es lenta, es en la mayoría de los casos inhumana y atiende a priori a quienes pueden pagar por ella; pues para los que tienen dinero y poder, la justicia llega rápido, para los demás, hay que esperar unos tiempos tortuosos, de mucha angustia y frustración. Seamos francos, cuántos de nosotros no hemos tenido algún asunto, ya sea civil, familiar, penal o de cualquier índole ante la justicia, propios, de familiares o amigos cercanos y la verdad, en la mayoría de los casos encierra tortuguismo, inexperiencia, falta de interés, incluso corrupción, el mal sabor de boca que deja, no se olvida.

Sin embargo, no es el Poder Judicial el único culpable o el culpable de que muchos vivamos estas malas experiencias; la realidad, es que intervienen muchas personas e instituciones, si queremos una reforma verdadera al Sistema de Justicia,que nos garantice lo que señala la Constitución de que esta sea pronta y expedita, además que resuelva en todo con la más alta ética, equidad y honestidad, debemos sin duda incluir a las fiscalías, a los defensores de oficio, a las barras y colegios de abogados, y no sólo pretender ajustar a los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial.

Por lo tanto, la elección de estos últimos no garantiza una mejor o un mayor acceso a la justicia, razones hay muchas y de distintas corrientes, yo me quiero enfocar a la que más conozco, si elegir mediante el voto popular garantizará menor corrupción y menor abuso, la mayoría de los legisladores y poderes ejecutivos serían impolutos, pero sabemos que eso tampoco es verdad, muchos de los políticos que la ciudadanía elige por voto popular resultan unos verdaderos pillos, haraganes, flojos, aprovechados, cínicos, sin verguenzas, rateros, traidores y mucho más, en Chihuahua dos buenos ejemplos, los ex gobernadores César Duarte y Javier Corral.


De lo anterior concluyó que, elegir por voto popular a jueces, magistrados y ministros no resolverá el problema que señalé en el inicio de estas líneas acerca de cómo se percibe la justicia y cómo la viven la mayoría de los mexicanos.

Es innegable que muchas de las fallas en el acceso a la justicia la entorpecen con su falta de pericia y capacitación las fiscalías, los ministerios públicos, la investigación nula o poca que en muchos casos realizan y así presentan miles de casos antes los jueces y éstos por supuesto al no haber suficiente evidencia los desechan, lo digo por experiencia propia, los delincuentes siguen libres y siguen dañando a las y los mexicanos, porque no hay expedientes suficientemente robustos como para aplicarles el peso de la ley.


También creo que habrá jueces, magistrados e incluso ministros que no realizan con apego a la ley su trabajo, o con el suficiente profesionalismo, tal vez debamos darle a quienes los revisan mayores armas y mucha mayor autonomía para que se actúe en consecuencia. Hay otros aspectos que se deben revisar, los tiempos, los procedimientos que pueden ser largos y complejos, los presupuestos, pero bajo ningún motivo, deberíamos experimentar elegir a quienes imparten justicia.


Finalmente, no debemos olvidar que esta reforma es una venganza más del enfermo que despacha en Palacio, de la presidenta electa que gobernará con mayor ideología que el actual; y de los aplaudidores morenistas; tendrán los votos y el poder para realizar la reforma, sí posiblemente, pero no tienen toda la verdad y toda la razón.


Seguiré levantando la voz por quienes no pensamos como Morena y sus rastreros, México es de todos y no de unos cuantos, seguimos.


Licenciada en Administración. Diputada federal

rocio.ga@gmail.com