“La cólera no nos permite hacer lo que hacemos y menos lo que decimos.” Shopenhauer
En la antigua Hélade (Grecia) vivió el filósofo Diógenes (412 a.n.e- 323 a.n.e). Perteneció a la escuela “Cínica” y comentaban sus contemporáneos que vivía en un barril y de todos hacía mofa. Célebre su frase “Busco a un hombre” cuando en plena luz del día cargaba una lámpara. Le preguntaban ¿Qué buscas con esa lámpara? Diógenes contestaba con la frase de renglones arriba. En unas horas, el dictador entregará ante el Congreso de la Unión la banda tricolor que hace seis años la recibió de su antecesor, Enrique Peña Nieto. A los pocos días de haber sido investido con la primera magistratura de la nación, se inició el autoritarismo más demagógico, mesiánico y maniqueo que ha vivido nuestra patria. Frases de la filosofía cínica empezaron a tipificar su discurso de la cólera, del odio y del revanchismo, inició con insultos, alusiones groseras a los mexicanos que no compartían sus disparatadas acciones de divisionismo. Los marbetó de conservadores, hipócritas, y no se diga a los periodistas, intelectuales, y a todo aquél que desde cualquier medio de comunicación expresaba sus opiniones, desde luego en contra de su tiránico gobierno. Se burlaba de los mexicanos con anuncios cínicos en sus programas matutinos de las acciones en el sureste del país, trenes en zonas impropias para la operación de un ferrocarril en la península de Yucatán con inversiones de miles de millones de dólares. Una refinería en su estado que la inauguró incompleta, compró una refinería texana obsoleta. Se hizo famosa su frase autoritaria cuando una periodista le argumentó con evidencias el costo de una obra, y el dictador le contestó con una frase cínica “yo tengo otros números”. Se llevó a cabo, bajo su autoritarismo, y con el cínico estilo, la construcción de un aeropuerto en la base aérea de la aviación militar de Santa Lucía.
Lo peor del cinismo del dictador, la pandemia permitió a los mexicanos conocer el poco respeto que demostró con el caos que su dictadura para atender a los millones de mexicanos por la falta de infraestructura médica, de personal de apoyo (médicos, especialistas, enfermeras), ambulancias, medicinas, incordinación institucional, todo producto de un pésimo gobierno. Se atrevió a mencionar que el servicio médico mexicano era mejor que el danés, ja, ja, ja, será por eso, que millones de mexicanos, al IMSS le denominan (Instituto Mexicano del Seguro Sepelio). “Voy a construir a mitad de mi sexenio seis nuevas universidades ¿cuáles? Mejor cerramos guarderías, no construimos escuelas y cancelamos las plazas para los nuevos maestros. Lamentable que haya creado la guardia nacional con miles de hombres, instalaciones y equipo y nos creara un escenario dantesco de centenares de muertos con un crimen, bien organizado. El peor gobierno que ha tenido nuestra República Federal, Representativa y Democrática. México merece paz, armonía, libertad y progreso.