/ martes 14 de mayo de 2024

A reflexionar | Elecciones, tiempo de hablar

“Habla para que yo te vea.” Sócrates



El hombre no aprendió a hablar solo, requirió la participación de otro, para desarrollar el diálogo, y de esa manera surgió en el devenir del hombre la comunicación. Por cierto, reflexionemos un proverbio de Confucio: “Quieres conocer a un maleducado, es aquél que te interrumpe cuando hablas”. El uso del lenguaje fue la palanca que llevó al género humano al progreso. El lenguaje le permitió compartir sus conocimientos, sus problemas, sus peligros, la elaboración de sus utensilios de trabajo, por cierto, el trabajo hizo al hombre, y no el hombre, hizo al trabajo. Muchos son los pensadores que nos han heredado sus hábitos, experiencias y formas de hacer las cosas con otro invento genial: la escritura. Leer es la mejor forma de conocer el mundo, por ello, en los sistemas educativos, se debe iniciar con la enseñanza de la lecto- escritura. La mayor reflexión se obtiene del diálogo y de la lectura, pero leer, nos eleva a un plano de comprensión de lo que sucede en el mundo, que nos permite apropiarnos de todos los valores de la humanidad en su conjunto. El primer requisito “sine qua non” del aspirante a político es indiscutiblemente, saber leer, saber hablar y conocer la dinámica del desarrollo social.

Dos grandes pensadores, que mantenían diálogos con sus discípulos, nos heredaron sus ideas del mundo, de la sociedad y de nosotros mismos. Confucio y Sócrates. No escribieron libros y sin embargo sus pensamientos llegaron a nosotros en virtud de sus discípulos. “No hagas a otro, lo que no quieres que te hagan a ti.” Confucio, pero recordemos a Sócrates: “Una vida sin reflexión, no vale la pena vivirse.” Desde luego, que cada político, debe tener en cuenta, ambos pensamiento. Es amoral utilizar el régimen jurídico, para procurarle al adversario, los mayores daños a su persona, a su familia, a sus bienes y a su dignidad. Es impropio no que se enseñe a reflexionar a todos los discípulos, para lograr el más elevado de los territorios de la cultura: la capacidad de reflexión. Los procesos electorales son la oportunidad que tenemos los ciudadanos de elegir a quienes por un tiempo determinado en nuestra Constitución, para que desempeñen, bajo juramento, el encargo que les otorgó la voluntad popular mayoritaria. El ciudadano, elije, pide, exige y reivindica los aspectos de la Justicia Social, en un ambiente de democrático y de alto sentido de libertad. Jamás en la historia de México, un presidente de la república, repudió tantas veces, e insultó a los mexicanos hablando mal, muy mal, de hombres, mujeres y jóvenes. Repito, el hombre aprendió a hablar, porque había otro que contestaba o preguntaba.


Maestría en Historia, comentarista en Radio 102.5 y Radio Universidad


“Habla para que yo te vea.” Sócrates



El hombre no aprendió a hablar solo, requirió la participación de otro, para desarrollar el diálogo, y de esa manera surgió en el devenir del hombre la comunicación. Por cierto, reflexionemos un proverbio de Confucio: “Quieres conocer a un maleducado, es aquél que te interrumpe cuando hablas”. El uso del lenguaje fue la palanca que llevó al género humano al progreso. El lenguaje le permitió compartir sus conocimientos, sus problemas, sus peligros, la elaboración de sus utensilios de trabajo, por cierto, el trabajo hizo al hombre, y no el hombre, hizo al trabajo. Muchos son los pensadores que nos han heredado sus hábitos, experiencias y formas de hacer las cosas con otro invento genial: la escritura. Leer es la mejor forma de conocer el mundo, por ello, en los sistemas educativos, se debe iniciar con la enseñanza de la lecto- escritura. La mayor reflexión se obtiene del diálogo y de la lectura, pero leer, nos eleva a un plano de comprensión de lo que sucede en el mundo, que nos permite apropiarnos de todos los valores de la humanidad en su conjunto. El primer requisito “sine qua non” del aspirante a político es indiscutiblemente, saber leer, saber hablar y conocer la dinámica del desarrollo social.

Dos grandes pensadores, que mantenían diálogos con sus discípulos, nos heredaron sus ideas del mundo, de la sociedad y de nosotros mismos. Confucio y Sócrates. No escribieron libros y sin embargo sus pensamientos llegaron a nosotros en virtud de sus discípulos. “No hagas a otro, lo que no quieres que te hagan a ti.” Confucio, pero recordemos a Sócrates: “Una vida sin reflexión, no vale la pena vivirse.” Desde luego, que cada político, debe tener en cuenta, ambos pensamiento. Es amoral utilizar el régimen jurídico, para procurarle al adversario, los mayores daños a su persona, a su familia, a sus bienes y a su dignidad. Es impropio no que se enseñe a reflexionar a todos los discípulos, para lograr el más elevado de los territorios de la cultura: la capacidad de reflexión. Los procesos electorales son la oportunidad que tenemos los ciudadanos de elegir a quienes por un tiempo determinado en nuestra Constitución, para que desempeñen, bajo juramento, el encargo que les otorgó la voluntad popular mayoritaria. El ciudadano, elije, pide, exige y reivindica los aspectos de la Justicia Social, en un ambiente de democrático y de alto sentido de libertad. Jamás en la historia de México, un presidente de la república, repudió tantas veces, e insultó a los mexicanos hablando mal, muy mal, de hombres, mujeres y jóvenes. Repito, el hombre aprendió a hablar, porque había otro que contestaba o preguntaba.


Maestría en Historia, comentarista en Radio 102.5 y Radio Universidad