“Las jornadas electorales se convierten en burdos enjuagues de mercenarios. Su justificación está a cargo de electores inocentes, que van a la parodia como a una fiesta.” José Ingenieros
Sergio Armendáriz Royval
El continuismo caudillista después del teatro de carpa, contará con los cófrades incondicionales para quebrantar el régimen jurídico- político, la socioeconomía, la Constitución y apuntalar al caudillo. La característica del actual régimen será la promoción de la mediocridad y del saqueo del erario. Los cortesanos, que poseen columnas vertebrales de hule, serán agentes impúdicos, señorzuelos advenedizos, de mentalidad amorfa, asnos enriquecidos que aspiran a ser tutores de pueblos y, necesitan ser alguien, creen conseguirlo adjuntando su mediocridad a la legión de deshonestos que asaltan el Poder Legislativo para entregarse a especulaciones especulativas. El cinismo rampante de los dictadores reprime a los ciudadanos y a la población en general que osa pronunciarse contra la parafernalia electoral, con la que pretenden dar autoridad a sus usurpaciones de la voluntad popular. Contra la legalidad federal de nuestra patria, el dictador inició una obra que tuvo todos los visos de fracaso, gasto multimillonario con enormes fraudes y destrucción del entorno ecológico. ¿Por qué? Sencillamente quería taponear la enorme obra en materia de comunicaciones, de los gobiernos de la Revolución Mexicana: su Tren Maya. Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Chiapas, son entidades federativas, con sus tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Perdón, olvidé que las autoridades de tales entidades pertenecen al club de los mediocres morenos. La refinería Tres Bocas, en Tabasco, ni está terminada, y se han presentado varios accidentes. El aeropuerto ¿? De la base aérea militar de Santa Lucía, incompleto, mal acabado y con vuelos internacionales ¿A dónde cree usted, amable lector? Pues a Venezuela, que tiene un régimen dictatorial, que por cierto acaba de realizar una pantomima de elecciones, para prolongar el ilegal mandato, apoyado por un ejército pretoriano.
La gran obra de la Revolución Mexicana, fue indiscutiblemente la creación de una clase media que a base de esfuerzos y de la política educativa, se fraguó en las escuelas rurales, las escuelas urbanas, la creación de Instituto Politécnico Nacional, la construcción de la enorme Universidad Nacional Autónoma de México, universidades estatales, institutos tecnológicos, bachilleratos, secundarias técnicas, en fin, podría mencionar las escuelas Normales, y centenares de centros educativos donde nos formamos nosotros, nuestros hijos y nuestro nietos. El caudillo no puede tolerar una juventud preparada, porque demanda, exige y apoya la rendición de cuentas del Estado Mexicano. Hoy tenemos terribles amenazas con el SAT, para saquear a la gente y continuar malversando el erario. “La mayoría de los actuales programas de bienestar nunca se deberían haber aprobado. Si así hubiera ocurrido, muchos de los individuos que ahora dependen de ellos se habrían vuelto ciudadanos que confían en sí mismos en vez de menores tutelados por el Estado.” Milton Friedman