“Las malas leyes son los peores tiranos.” Burke
No ha habido, Khan, Emperador, Rey, Califa, Faraón, Presidente y Dictador que perdure una eternidad, sus principios se estrellan en los muros de la ambición, la codicia, el crimen y el poder totalitario. Terminaron en la guillotina, como Luis XVI, o bien, colgados de los pies, como Benito Mussolini. Desde luego la alusión va directo a quienes tienen el poder como organización política pseudosocialista, que ha dirigido sus acciones a dividir a la población mexicana, para crear un ambiente de odio, deturpando a los opositores, también en usurpar las funciones del Poder Judicial y la extinción de las instituciones que funcionaron de manera autónoma, para dar certidumbre a las acciones del gobierno. La centralización del poder absoluto es condición “sine qua non” de los tiranos, que no rindieron y no rinden cuentas a los gobernados. Aplastan a sus ciudadanos con execrables cargas fiscales, llámense: tributos, gabelas, diezmos, impuestos y muchas más. Recordemos que las Trece Colonias Inglesas, se rebelaron contra el Imperio Británico, por la creación y la elevación de los impuestos. Los gastos que ejerce la dictadura mexicana, son muy elevados, porque se utilizan para fines electoreros, más no para el mandato constitucional, de buscar siempre el bienestar y el progreso de los habitantes de nuestra patria.
Se quebranta el federalismo mexicano al dejar en manos del grupo que hoy desgobierna a México el manejo de los recursos financieros al distribuir el presupuesto de egresos, con favoritismos a las Entidades Federativas de su pandilla y recortan y hay casos que omiten la parte que les corresponde a varias de ellas. Chihuahua, nuestro terruño, es un ejemplo de ello: no hay recursos para el sentido sector de salud, para la educación, para el sector campesino, para obras hidráulicas, vías de comunicación, seguridad, para obras de infraestructura y más. Orgullo de nuestra Entidad Federativa, ha sido la ganadería, la falta de recursos presupuestales y la interminable sequía, han significado la muerte de miles de cabezas de ganado. Esto no le puede pasar a Chihuahua, Coahuila y Nuevo León. Es por eso y más que no son pocos, que alzan la voz contra la dictadura, que se inclina visiblemente al sureste del país, para Cuba, Venezuela, Nicaragua, Honduras y El Salvador, menos al norte, extenso, semidesértico, pero de habitantes, laboriosos, francos y enemigos de la imposición, los que mejor piden separarnos de la dictadura. Para extender el terror de la población, el crimen organizado, todos los días asesinan, extorsionan, secuestran, atacan poblaciones enteras y despojan a humildes vendedores ambulantes, trabajadores que no tienen recursos ni para comprar medicinas para sus niños o ancianos muy enfermos. ¡Ya basta, ciudadanos mexicanos! Merecemos que nuestras familias vivan en paz, con una educación de calidad y con respeto a nuestras leyes.