Patear el bote por seis años no es suficiente. Si lo que nos cuentan en este momento desde Pemex es verdad, la bomba de tiempo que se le viene encima a la petrolera le va a pegar a todas la finanzas públicas y es que apenas llegue septiembre la empresa tiene que pagar 7 mil millones de dólares y no hay manera de saber de dónde va a sacar dinero para hacerlo.
Parafraseando al señor de Palacio Nacional, la mal llamada soberanía petrolera ni es soberana, ni es petrolera, porque la caída en la producción ocurre a una enorme velocidad, se tienen niveles de 1.4 millones de barriles diarios y se le debe a todos en México y en el extranjero.
A saber, Pemex terminaría el sexenio con una deuda total por 105 mil millones de dólares, 5 mil millones menos que los que dejó la administración de EPN, un pasivo laboral de 79 mil millones de dólares y un capital contable negativo de 90 mil millones de dólares. Así que ¿cuál soberanía petrolera? Y la urgencia de pagar en un mes 7 mil millones de dólares.
Son 7 mil millones que no se tienen en sus arcas y las cosas se ponen peor porque para diciembre, igual, empezando el mes, ya con el nuevo gobierno caminando, deberán pagar otros mil 500 millones de dólares, que hoy no existen en ningún lado.
Ojo, esto es muy importante, sólo en el último trimestre del año la petrolera tiene que desembolsar 8 mil 500 millones de dólares que no se tienen contemplados en el calendario de pagos de la petrolera y que ninguno de sus funcionarios sabe de dónde van a llegar. Se especula, eso sí, de un paquete de apoyo que provendría de la SHCP, una partida especial, un bono tal vez, que serviría para aliviar el corto plazo, pero que se sumaría a la enorme deuda que ya tiene la empresa.
Y a este monto se le debe de sumar la deuda con los proveedores, que suma otros 22 mil millones de dólares. Mismos que están atorados en la burocracia de la petrolera, que están facturados o no, con sobreprecio o no. Como sea, se debe muchísimo dinero a los contratistas, excepto a los consentidos, ya se sabe, Cotemar y así.
¿Qué se debe de esperar del otrora gigante energético? Lo mínimo es que pague a las empresas a las que les debe, a los que le prestaron dinero y a la mejor que se ponga al corriente con una parte de los Derechos de Utilidad Compartida, que se debe de recordar que no le cobraron los del último trimestre del año pasado y luego en mayo ocurrió lo mismo.
¿Puede Pemex quebrar? En términos técnicos sí. Pero en realidad todo mundo espera que sea el gobierno quien pague la deuda de la compañía en el último minuto.
Buzos
1.-Pemex sigue con su apuesta por la producción de crudo e hidrocarburos y también trabaja la transición energética, que es un tema apremiante. La petrolera ha reducido la emisión de gases de efecto invernadero, con una baja en sus emisiones de proceso de gas en un 64%, además de promover prácticas como el reúso de agua, la eficiencia energética y la conservación de los parques ecológicos. Pemex quiere continuar con la reducción de emisiones, incrementar el aprovechamiento de gas y el desarrollo de energías limpias, estas son tareas que tendrá que asumir con más responsabilidad la próxima administración, pues esta ha aprobado un plan que traza la ruta hacia ese futuro que es prácticamente inmediato ¿lo lograrán?