Adán, un hombre mudo que se desempeña como pepenador de basura, tiene la fortuna de encontrarse un billete de 10 mil pesos, pero luego se convierte en la manzana de la discordia, pues al mostrárselo a sus conocidos intentan quitárselo, incluso el que consideraba su mejor amigo, quien es incitado por su locuaz esposa, para poseer esa “fortuna”, llegando hasta los golpes, pero no puede.
Al ver esto, decide cambiárselo al tendero de la humilde colonia, quien al ver el billete, casi desmaya de la impresión e inmediatamente va por una jaula de gran tamaño, repleta de billetes de baja denominación para tratar de engañarlo, pero falla. Afligido por haber provocado de manera involuntaria varios problemas y la codicia de las personas, al final, entrega el codiciado billete a un ventrílocuo borrachín, a cambio de su muñeco, creyendo que tenía vida.
Lo anterior, es la historia de Hombre de Papel, película donde Ignacio López Tarso, interpretó de manera magistral al mudo Adán. En su vasta filmografía, dio vida a varios personajes urbanos, por ejemplo, en Los Albañiles, a Don Jesús, un velador de obra peculiar. Así mismo, personificó indígenas, a Macario, en la película del mismo nombre, una obra maestra, que estuvo nominada a un Oscar a mejor película extranjera. La mayoría de sus cintas son fiel reflejo de nuestra cultura, como El gallo de Oro, La vida inútil de Pito Pérez, Rapiña, Cri-Cri, entre otras.
La trayectoria artística de Don Ignacio fue impresionante, decenas de películas, obras de teatro, telenovelas, interpretación de corridos de la revolución mexicana, a cada uno de sus proyectos, les imprimió su inigualable sello, algo así como una marca registrada. Su longeva vida le permitió actuar, desde principios de los años cincuenta, hasta la época actual, dudo que exista un actor que lo supere, trabajó durante siete décadas, la mayoría en papeles estelares.
Compartiendo créditos con mujeres hermosas del cine de oro mexicano, como María Félix, hasta contemporáneas, como Araceli Arámbula. Disfrutaba y sobre todo amaba a su carrera, durante una entrevista, su asistente personal por varios años dijo que llegó a trabajar en tres proyectos al mismo tiempo, televisión teatro y cine, pero fue tal la presión, que en algún momento confundió los guiones de cada proyecto y hasta el vestuario.
A pesar de tener noventa y tantos, siempre manifestó su enorme deseo de vivir y trabajar, lo mencionaba frecuentemente en entrevistas, decía que la pandemia le había quitado algunos años de trabajo en teatro, además, le molestaba que ya no le llamaban como antes los productores de televisión. Dueño de una vitalidad increíble y una memoria privilegiada, recordaba cada detalle de la mayoría de sus películas, telenovelas y obras de teatro. Decía que la memoria es como un músculo que se debe ejercitar, para esto, diariamente se aprendía una estrofa de algún poema, para mantenerla en forma y vaya que le dio resultado.
El gran López Tarso, estaba convencido que llegaría al siglo de existencia, le ilusionaba mucho, sin embargo, en una ocasión, dijo que, si su salud se deterioraba, entonces no quería llegar a esa edad, tal vez por eso, la muerte respetando su jerarquía de gran actor, le evitó un problema mayor y se lo llevó un 11 de marzo del 2023 a los 98 años.
Licenciado en Comunicación. Tesorero de la Asociación de Editorialistas. Coautor de diversos libros.
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