/ viernes 16 de agosto de 2024

Antes que se nos olvide, hagan bien su trabajo

En la administración de Marco Bonilla se han visto mejoras en nuestra ciudad, se han enfocado en darle su “manita de gato” a las principales avenidas, donde frecuentemente se ven cuadrillas de trabajadores limpiando o pintando camellones y banquetas, como en la Heroico Colegio Militar, a la que urgía ese mantenimiento, aún le falta, pero al menos ya luce un poco mejor visualmente, aunque sigue siendo muy peligrosa, transito constantemente por esa avenida y he sido testigo de varios accidentes, particularmente a la altura de la calle Toribio Ortega, en la Col. Francisco Villa, es demasiado peligroso en ambos sentidos y mucho se debe a que empleados municipales no han hecho bien su trabajo, por ejemplo, hace varios años, trabajadores de Junta Municipal de Agua, realizaron excavaciones de norte a sur en la avenida, pero al finalizar, no cubrieron adecuadamente una de las zanjas, entonces los automovilistas por evitar el bache, invadían el otro carril (propiciando conatos de choques) o se subían un poco a la banqueta, poniendo en peligro a los peatones, así mismo, no colocaron nuevamente el reductor de velocidad que estaba antes de llegar a un cruce peatonal, por lo cual, tiempo después, atropellaron a un niño que salía de su escuela, que está a unos metros del lugar, como suele pasar, ante el accidente, volvieron a poner el tope, forzando a los vehículos a disminuir la velocidad, pues hay varios que toman la Colegio Militar como pista de carreras. Posteriormente, realizaron trabajos de reencarpetamiento en esa zona, pero eliminaron nuevamente el reductor de velocidad, aun, cuando seguramente, la Subsecretaria de Movilidad, tiene conocimiento de los frecuentes choques que ocurren, (acaba de pasar uno la semana pasada), parece que no les importó, pues tiene más de dos años sin un tope, poniendo en peligro a las personas que transitan, pues ni siquiera hay un señalamiento de zona escolar, no hay líneas amarillas y por supuesto, ni reductores de velocidad, que de hecho, se deben poner en ambos sentidos.

Es urgente hacer algo, invitó a funcionarios de movilidad o municipio a darse un vuelta por dicha zona y confirmen la alta velocidad que transitan autos y camiones pesados, no es difícil dar con el lugar, se encuentra donde hay una pequeña cruz pegada a la base de un poste del camellón; hace unos seis años, un joven que conducía una motocicleta falleció exactamente ahí. Se dice que perdió el control por la alta velocidad con que manejaba, pero en su momento, se mencionó que pudo haber influido, un trabajo mal realizado, pues presuntamente no aplanaron bien el asfalto, dejando una especie de peligrosa cuneta. Lamentablemente, los accidentes continuarán, hasta que los funcionarios hagan bien su trabajo.


En la administración de Marco Bonilla se han visto mejoras en nuestra ciudad, se han enfocado en darle su “manita de gato” a las principales avenidas, donde frecuentemente se ven cuadrillas de trabajadores limpiando o pintando camellones y banquetas, como en la Heroico Colegio Militar, a la que urgía ese mantenimiento, aún le falta, pero al menos ya luce un poco mejor visualmente, aunque sigue siendo muy peligrosa, transito constantemente por esa avenida y he sido testigo de varios accidentes, particularmente a la altura de la calle Toribio Ortega, en la Col. Francisco Villa, es demasiado peligroso en ambos sentidos y mucho se debe a que empleados municipales no han hecho bien su trabajo, por ejemplo, hace varios años, trabajadores de Junta Municipal de Agua, realizaron excavaciones de norte a sur en la avenida, pero al finalizar, no cubrieron adecuadamente una de las zanjas, entonces los automovilistas por evitar el bache, invadían el otro carril (propiciando conatos de choques) o se subían un poco a la banqueta, poniendo en peligro a los peatones, así mismo, no colocaron nuevamente el reductor de velocidad que estaba antes de llegar a un cruce peatonal, por lo cual, tiempo después, atropellaron a un niño que salía de su escuela, que está a unos metros del lugar, como suele pasar, ante el accidente, volvieron a poner el tope, forzando a los vehículos a disminuir la velocidad, pues hay varios que toman la Colegio Militar como pista de carreras. Posteriormente, realizaron trabajos de reencarpetamiento en esa zona, pero eliminaron nuevamente el reductor de velocidad, aun, cuando seguramente, la Subsecretaria de Movilidad, tiene conocimiento de los frecuentes choques que ocurren, (acaba de pasar uno la semana pasada), parece que no les importó, pues tiene más de dos años sin un tope, poniendo en peligro a las personas que transitan, pues ni siquiera hay un señalamiento de zona escolar, no hay líneas amarillas y por supuesto, ni reductores de velocidad, que de hecho, se deben poner en ambos sentidos.

Es urgente hacer algo, invitó a funcionarios de movilidad o municipio a darse un vuelta por dicha zona y confirmen la alta velocidad que transitan autos y camiones pesados, no es difícil dar con el lugar, se encuentra donde hay una pequeña cruz pegada a la base de un poste del camellón; hace unos seis años, un joven que conducía una motocicleta falleció exactamente ahí. Se dice que perdió el control por la alta velocidad con que manejaba, pero en su momento, se mencionó que pudo haber influido, un trabajo mal realizado, pues presuntamente no aplanaron bien el asfalto, dejando una especie de peligrosa cuneta. Lamentablemente, los accidentes continuarán, hasta que los funcionarios hagan bien su trabajo.