/ jueves 7 de noviembre de 2024

Asalto a la República

Decía el viejo adagio popular: “tiempos traen tiempos”. Nada más real que esto. La lucha por el poder siempre se ha llevado a cabo en las distintas instancias de la historia de la humanidad, y, en nuestro país no es la excepción.

El día de ayer se dio un golpe devastador al estado de derecho que debería imperar en un estado democrático y constitucional como el que tenemos en nuestro país. La corte desestimó el último reducto de resistencia frente al poder aplastante que representa el régimen en turno y ahora la concentración de poder sin precedentes pondrá en riesgo las instituciones que le dan forma al país como lo conocemos.

Desde hace más de 200 años, el nacimiento del México independiente es un hecho histórico que ha sido abordado incluso desde la percepción cultural mediante películas, series y hasta novelas ya que definitivamente representa una serie de hechos apasionantes desde el punto de vista político e histórico. Es realmente interesante poder revisar cómo se dio la coyuntura del nacimiento de México, y cómo a través de la constitución de 1824 nace la formación política de nuestro país y que después de 200 años se sigue manteniendo, por ahora en el papel.

Siempre ha sido una lucha de intereses entre distintos bandos a lo largo de la historia, de alguna manera el equilibrio entre esas fuerzas ha dado como resultado las instituciones que hoy tenemos. Hoy después de 200 años de aquella constitución de 1824 podemos decir que finalmente el modelo constitucional se maneja al dedillo del gobernante con mejor aprobación en turno. El panorama es muy complejo, un régimen con un poder aplastante, una oposición desdibujada y muy debilitada, todo esto sumado a una sociedad civil organizada muy falta de líderes en todos los sectores (empresarial, académico, sindical).

Podemos observar otras naciones que han recorrido el mismo camino de menoscabo de las instituciones en todo sentido y el detrimento en sus democracias lo que solo ha acarreado precariedad y miseria en sus sociedades.

Hoy estamos viviendo el momento histórico en que una facción enquistada en los poderes ejecutivo y legislativo ahora dan la estocada al poder judicial. Instancia revisora del accionar de los otros dos poderes y quien opera y administra la justicia en nuestra sociedad. Ahora un poder judicial a modo, con elecciones “imparciales” para jueces, magistrados y ministros. Evidentemente esto no ayudará a mejorar la impartición de justicia en nuestro país, pero la realidad es que eso no les importa, aquí lo que importa es la cooptación de dicho poder para que no se interponga en las quizá ya no vistas como extremistas intenciones de cambiar el modelo de sociedad en el cual nos hemos venido desarrollando.

¿Cual es la opción que tenemos? El activismo, la comunicación, el empoderamiento de los ciudadanos como arma frente al atropello del régimen. Al tiempo.

Maestro en mercadotecnia. Consultor de organizaciones.

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