/ miércoles 1 de noviembre de 2023

BDO

Existen dos realidades absolutas alrededor del balón de oro. 1: Sigue siendo la distinción individual más grande en el mundo del futbol. 2: Año con año este premio va disminuyendo su nivel de prestigio. Recordatorio: El futbol no es un concurso, es un deporte.


Este fenómeno de desprestigización no es exclusivo del balompié ni del deporte, ha pasado y seguirá pasando con cada premio de cada industria. Vemos un excelente ejemplo con los Oscar en el cine y con los Grammy en la música, por mencionar algunos. Sus decisiones finales siempre se verán envueltas en polémica, quizá en mayor o en menor medida, pero la polémica es una garantía año tras año, y el BDO no es la excepción. La explicación sobre este fenómeno es bastante simple, estos premios no son más que una opinión de un grupo reducido de personas, por lo cual en el 100% de los casos serán consideradas de manera indiscutible como decisiones -subjetivas-. Y comúnmente al debatir, se suele cometer el error de usar estos argumentos como algo definitivo, cuando al final de cuentas no son nada más que eso, una opinión.


Este año el ganador resultó ser, por octava vez, Lionel Messi. Elegido principalmente por su campeonato mundial conseguido en Qatar hace unos cuantos meses. Sabemos que la tendencia de este premio en años de Copa Mundial por lo general ignora el resto de la temporada y se fija únicamente en el mes mundialista, y a pesar de que eso pueda sonar injusto, no cabe la más mínima duda de que el argentino fue el mejor jugador de dicha competencia. Ahora bien, la polémica en esta edición surgirá desde el punto de que los 11 meses restantes del año, Messi fue solamente un buen jugador, a secas, y que lejos estuvo de ser el mejor futbolista del mundo en la actualidad. Pareciera más bien un reconocimiento por su brillante carrera. Claro, al final de cuentas esta columna no es más que eso también, una opinión más.


Este simple aficionado no cometerá el error de decir que el argentino no merecía el ballon d'or, ya que es de la idea de que “la pulga” es merecedor de todo lo que ha ganado y mucho más (al igual que un pequeño y muy exclusivo grupo de futbolistas en la historia). Esta columna no busca desmeritar a Messi en lo absoluto, pero sí, en cierto grado, al balón de oro como tal. Pues no es el argumento definitivo “mata-debates” que France Football quiere vender, y el ejemplo perfecto lo podemos encontrar en la aberración de considerar a Emiliano Martínez como el mejor arquero del planeta cuando no es ni top 10. Así que aquel aficionado que quiera decir que Lionel Andrés Messi es el mejor futbolista de la historia, tendrá muchos argumentos para defender su punto, por favor que no se use el balón de oro como arma principal. Messi es mucho… mucho más que eso.


Mario Ramírez / @LaFutboliza


Existen dos realidades absolutas alrededor del balón de oro. 1: Sigue siendo la distinción individual más grande en el mundo del futbol. 2: Año con año este premio va disminuyendo su nivel de prestigio. Recordatorio: El futbol no es un concurso, es un deporte.


Este fenómeno de desprestigización no es exclusivo del balompié ni del deporte, ha pasado y seguirá pasando con cada premio de cada industria. Vemos un excelente ejemplo con los Oscar en el cine y con los Grammy en la música, por mencionar algunos. Sus decisiones finales siempre se verán envueltas en polémica, quizá en mayor o en menor medida, pero la polémica es una garantía año tras año, y el BDO no es la excepción. La explicación sobre este fenómeno es bastante simple, estos premios no son más que una opinión de un grupo reducido de personas, por lo cual en el 100% de los casos serán consideradas de manera indiscutible como decisiones -subjetivas-. Y comúnmente al debatir, se suele cometer el error de usar estos argumentos como algo definitivo, cuando al final de cuentas no son nada más que eso, una opinión.


Este año el ganador resultó ser, por octava vez, Lionel Messi. Elegido principalmente por su campeonato mundial conseguido en Qatar hace unos cuantos meses. Sabemos que la tendencia de este premio en años de Copa Mundial por lo general ignora el resto de la temporada y se fija únicamente en el mes mundialista, y a pesar de que eso pueda sonar injusto, no cabe la más mínima duda de que el argentino fue el mejor jugador de dicha competencia. Ahora bien, la polémica en esta edición surgirá desde el punto de que los 11 meses restantes del año, Messi fue solamente un buen jugador, a secas, y que lejos estuvo de ser el mejor futbolista del mundo en la actualidad. Pareciera más bien un reconocimiento por su brillante carrera. Claro, al final de cuentas esta columna no es más que eso también, una opinión más.


Este simple aficionado no cometerá el error de decir que el argentino no merecía el ballon d'or, ya que es de la idea de que “la pulga” es merecedor de todo lo que ha ganado y mucho más (al igual que un pequeño y muy exclusivo grupo de futbolistas en la historia). Esta columna no busca desmeritar a Messi en lo absoluto, pero sí, en cierto grado, al balón de oro como tal. Pues no es el argumento definitivo “mata-debates” que France Football quiere vender, y el ejemplo perfecto lo podemos encontrar en la aberración de considerar a Emiliano Martínez como el mejor arquero del planeta cuando no es ni top 10. Así que aquel aficionado que quiera decir que Lionel Andrés Messi es el mejor futbolista de la historia, tendrá muchos argumentos para defender su punto, por favor que no se use el balón de oro como arma principal. Messi es mucho… mucho más que eso.


Mario Ramírez / @LaFutboliza


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