/ jueves 4 de julio de 2024

Beneficios del aumento salarial y los ingresos de los pobres

En 6 años, de 2019 a 2024, los salarios mínimos (SM) aumentaron 20% nominal cada año, acumulando un aumento de 300% nominal en los 6 años. En 2018 una persona que ganaba SM, recibía $88.36 diarios; si sigue con SM, recibe $249, casi 3 veces más nominales. Quitando la inflación de estos 6 años, el aumento real es de 207%, lo que significa que el valor real del SM –su poder adquisitivo– se duplicó en 6 años. Tal aumento incluye al SM General y a los Salarios Mínimos Profesionales de 61 oficios, desde albañil, empleado de farmacias, operador de maquinaria pesada y cajero, hasta velador, vendedor de piso, zapatero y otros.

De los 59 millones de personas ocupadas en 2024, 23 millones (39% de los ocupados) recibe un SM de $249 diarios, equivalente a $7,570 mensuales, nada comparable a los $88.36 diarios o $2,686 mensuales que era el SM en 2018.

El aumento salarial de 2019 a 2024 ocurre después de 48 años de reducción y contención del salario. De 1976 a 2000 el SM y el resto de salarios perdieron dos terceras partes de su valor, por la política neoliberal de López Portillo, De la Madrid, Salinas y Zedillo, que impusieron ajustes anual inferiores a la inflación de cada año. Siguiendo la misma política, de 2000 a 2018 Fox, Calderón y Peña Nieto mantuvieron abatidos los SM y el conjunto de los salarios al solamente “ajustarlos” cada año a la inflación.

La política de empobrecimiento salarial de esos 48 años fue la causa de la acumulación de pobreza hasta abarcar a la mitad de la población nacional, pobreza que apenas comienza a reducirse. Perjudicó directa o indirectamente a todas/os los mexicanos. A su vez, el aumento del SM está beneficiando a todos los asalariados ya que este aumento presiona al alza a los otros salarios y al conjunto de mexicanas/os por el aumento del Producto Interno y los empleos. Se ha demostrado que no han provocado inflación mayor a la usual, ni reducción de la ocupación ni la huido capitales. Además, los aumentos salariales han contado con la aceptación de la cúpula empresarial.

La inflación de 2018 a 2024 (mayo) es de 30%, superior pero no lejana a la inflación de 2012 a 2018, de 23%, según el calculador del INEGI.

El número de personas ocupadas aumentó de 53,706,000 en 2018 a 59,121,000 en 2024 (primer trimestre), según el INEGI, un aumento de 1.7% anual promedio y 10% acumulado, cifra superior al crecimiento de la población de 0.9% anual.

Además, las empresas y bancos han declarado que sus ganancias en los años recientes han sido las más altas de su historia.

Los beneficios del aumento salarial, junto a los apoyos directos a población en desventaja, han activado el consumo de bienes básicos y con ello al mercado interno, siendo este el motor del buen desempeño de la economía, con más empleo, más inversión privada y pública nacional y extranjera, obras públicas, ingreso de divisas y firmeza del peso frente al dólar.

El más valioso efecto del aumento salarial y los apoyos monetarios, es la reducción de la pobreza, que de 2018 a 2022 bajó de 41.9% a 36.3% de la población, de 51.9 a 43.8 millones de personas (8.1 millones de pobres menos), según CONEVAL. Para finales de 2024 habrán salido de la pobreza más de 10 millones de mexicanas y mexicanos de todas las edades.

Una raíz de estos buenos frutos, quizá la principal, es el aumento del salario real y de los apoyos sociales a la población más necesitada de la ciudad y del campo.

purangar@gmail.com