/ lunes 24 de junio de 2024

Brújula empresarial 2030: navegando en tiempos de cambio

Hace dos semanas, se trazó la nueva ruta de México hacia el futuro. Es crucial comprender hacia dónde vamos para ajustar nuestras estrategias de negocio a los cambios políticos, económicos, sociales y tecnológicos, y así maximizar las ventajas en el nuevo escenario. Debemos tener claros los riesgos, desafíos y posibilidades que presenta este nuevo terreno de juego.

En el tablero de riesgos, debemos estar atentos a la división de poderes en el Poder Judicial y en el Congreso. Asimismo, es fundamental vigilar la transparencia del gobierno para contar con indicadores veraces del rumbo del país. Otro aspecto importante es el ritmo de endeudamiento en comparación con la creación de riqueza propia (incrementos del PIB), ya que los programas sociales del gobierno nunca deberían ir a costa de un endeudamiento creciente. Finalmente, debemos considerar la inseguridad, especialmente la autonomía de los gobiernos y empresas para crecer en su competitividad sin estar sometidos a la delincuencia.

Por otro lado, el plan de gobierno de la presidenta electa presenta algunas ventajas que los empresarios pueden aprovechar. El sureste seguirá recibiendo grandes inversiones, y se detallan otros polos de desarrollo en la franja fronteriza, Hermosillo, Coahuila y el Istmo. ¿Será conveniente que incursionemos en esos mercados? Además, la visión de la atracción de inversiones da pie a impulsar de forma contundente el encadenamiento productivo con las empresas extranjeras para apoyar el desarrollo local.

Por otro lado, hay oportunidades en mercados muy concretos, como las energías renovables con la creación de parques solares y eólicos, el interés nacional en la tecnificación del campo, la industria ferroviaria, la infraestructura en zonas portuarias y el fortalecimiento del ingreso de la población general por medio del salario mínimo.

También hay tres tendencias que pueden ser aprovechadas por los desarrolladores de software y tecnología. El gobierno apostará por la digitalización de trámites, incrementará las auditorías fiscales y de otros trámites a las empresas, y habrá más regulaciones que afectarán los costos laborales de las empresas. Las MIPYMEs con más procesos digitales y automatizados serán las que sobrevivan.

En conclusión, debemos estar atentos a los riesgos para responder con anticipación a los posibles problemas del país, pero también tenemos que acelerar nuestra flexibilidad empresarial para aprovechar las oportunidades que presentan las nuevas prioridades de gobierno.

Los chihuahuenses somos luchadores, aguerridos y tenemos gran capacidad empresarial para adaptarnos al nuevo México. Además, tenemos la opción de apuntar hacia el mercado americano (el PIB de Texas es 38 veces más grande que el de Chihuahua) y diversificar nuestros ingresos. Enfoquemos nuestra energía en crecer, ahí donde podemos alinearnos a las nuevas realidades en este nuevo entorno de alta turbulencia.


Ing. Industrial, Presidente de Canacintra en Chihuahua


Hace dos semanas, se trazó la nueva ruta de México hacia el futuro. Es crucial comprender hacia dónde vamos para ajustar nuestras estrategias de negocio a los cambios políticos, económicos, sociales y tecnológicos, y así maximizar las ventajas en el nuevo escenario. Debemos tener claros los riesgos, desafíos y posibilidades que presenta este nuevo terreno de juego.

En el tablero de riesgos, debemos estar atentos a la división de poderes en el Poder Judicial y en el Congreso. Asimismo, es fundamental vigilar la transparencia del gobierno para contar con indicadores veraces del rumbo del país. Otro aspecto importante es el ritmo de endeudamiento en comparación con la creación de riqueza propia (incrementos del PIB), ya que los programas sociales del gobierno nunca deberían ir a costa de un endeudamiento creciente. Finalmente, debemos considerar la inseguridad, especialmente la autonomía de los gobiernos y empresas para crecer en su competitividad sin estar sometidos a la delincuencia.

Por otro lado, el plan de gobierno de la presidenta electa presenta algunas ventajas que los empresarios pueden aprovechar. El sureste seguirá recibiendo grandes inversiones, y se detallan otros polos de desarrollo en la franja fronteriza, Hermosillo, Coahuila y el Istmo. ¿Será conveniente que incursionemos en esos mercados? Además, la visión de la atracción de inversiones da pie a impulsar de forma contundente el encadenamiento productivo con las empresas extranjeras para apoyar el desarrollo local.

Por otro lado, hay oportunidades en mercados muy concretos, como las energías renovables con la creación de parques solares y eólicos, el interés nacional en la tecnificación del campo, la industria ferroviaria, la infraestructura en zonas portuarias y el fortalecimiento del ingreso de la población general por medio del salario mínimo.

También hay tres tendencias que pueden ser aprovechadas por los desarrolladores de software y tecnología. El gobierno apostará por la digitalización de trámites, incrementará las auditorías fiscales y de otros trámites a las empresas, y habrá más regulaciones que afectarán los costos laborales de las empresas. Las MIPYMEs con más procesos digitales y automatizados serán las que sobrevivan.

En conclusión, debemos estar atentos a los riesgos para responder con anticipación a los posibles problemas del país, pero también tenemos que acelerar nuestra flexibilidad empresarial para aprovechar las oportunidades que presentan las nuevas prioridades de gobierno.

Los chihuahuenses somos luchadores, aguerridos y tenemos gran capacidad empresarial para adaptarnos al nuevo México. Además, tenemos la opción de apuntar hacia el mercado americano (el PIB de Texas es 38 veces más grande que el de Chihuahua) y diversificar nuestros ingresos. Enfoquemos nuestra energía en crecer, ahí donde podemos alinearnos a las nuevas realidades en este nuevo entorno de alta turbulencia.


Ing. Industrial, Presidente de Canacintra en Chihuahua