Tengo la fortuna de contar con grandes amigas y amigos de los cuales he aprendido muchas cosas, entre ellas, su inteligencia para abordar varios temas; como el tema del Día Internacional de la Mujer, mismo que ha sido abordado en no pocas ocasiones.
El Día Internacional de la Mujer, a la mayoría de los hombres les surge el deseo, basado en estereotipos de “felicitar”, reconocer y celebrar a las mujeres de su casa en primera instancia y después a amigas y conocidas; algunas mujeres de igual manera nos felicitamos unas a otras, y las que conocemos un poco sobre la reflexión de dicha conmemoración, volteamos a ver nuestro entorno y vemos que, estamos muy lejos de ser una sociedad equitativa que respete los derechos básicos y que aún el camino es largo y el trabajo y el esfuerzo, deben continuar.
Este día, aparecen en las redes los mensajes de felicitación y reconocimiento, así como los que corrigen a los mismos señalando que el 8 de marzo no se felicita, reconociendo la discriminación, disparidad, opresión e injusticia que las mujeres hemos tenido que enfrentar y que tenemos que seguir siendo factores de cambio, iniciando con nuestros círculos cercanos.
Algunas nos consideramos afortunadas, pues la lucha de tantas mujeres valientes, nos han heredado un mundo un poco más equitativo y menos adverso, aunque no completamente justo, por supuesto, pues el machismo y la misoginia, siguen constantes en nuestra cultura.
Y claro, algunas somos conscientes que muchas veces formamos parte de este problema, porque lamentablemente existen mujeres que permiten que estas conductas misóginas se repliquen, e incluso, las repiten.
Es por ello, que este día, que su objetivo principal es el de la lucha por la igualdad de género como mayor reto en materia de derechos humanos, se han creado sociedades inclusivas y organizaciones feministas que lideran la lucha contra la desigualdad de las mujeres en toda su diversidad.
Es una conmemoración que nos permite reflexionar y conocer las luchas y retos a las que nos hemos tenido que enfrentar a lo largo de los años, no es un día para celebrar el hecho de haber nacido mujer, es un día para ver nuestro entorno y señalar la importancia de una lucha que aún no termina, y que seguimos siendo víctima de injusticias que se dan por el hecho de ser mujeres y niñas.
Es crucial cuestionar estereotipos, abogar por la igualdad de oportunidades y unirnos en la búsqueda de un mundo de un mundo donde todas las mujeres puedan vivir libres de discriminación y violencia. El 8 de marzo no sólo es una fecha, sino un compromiso colectivo por un futuro más justo e inclusivo.
Inconexión
“A mi amado esposo, tu luz ilumina mi corazón siempre”.
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