/ sábado 23 de noviembre de 2024

“Campo de concentración” para migrantes

Crece el miedo por deportaciones masivas

Ante las amenazas de Donald Trump por deportaciones masivas de migrantes, el gobierno de Texas ofreció 500 hectáreas para campo de concentración, lo cual provocó creciente miedo.

El próximo presidente del país más poderoso del mundo, prometió que deportará a los más de 11 millones de migrantes indocumentados que viven en EU desde hace décadas.

En una carta, la Oficina General de Tierras de Texas dio a conocer que está “completamente preparada” para llegar a un acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para permitir que se construyan instalaciones para “procesar, detener y coordinar” las deportaciones, esto en el condado de Starr, al sur del estado texano.
Cabe resaltar, que dicho lote, atravesado por el río Grande (frontera entre Estados Unidos y México) fue adquirido por el gobierno de Texas a finales de octubre de este año, con el fin de “reforzar la seguridad fronteriza y construir” más kilómetros de muro.
Los funcionarios de la futura administración de Trump ya están considerando distintas ubicaciones y contactando a empresas privadas de la industria de las prisiones para ampliar la capacidad de detenciones de migrantes.

El republicano prometió en campaña y ahora como presidente electo llevar a cabo la mayor “deportación masiva” en la historia de Estados Unidos, yendo detrás de los más de 11 millones de migrantes sin estatus legal y con ello superar a Barack Obama que deportó cerca de 7 millones de migrantes, la cifra más en la historia del vecino país del norte.

Una vez que Trump, tome posesión de la Presidencia, invocará la figura de emergencia nacional con la que podrá utilizar al ejército para su plan de deportaciones masivas para ello ya nombró a su zar de la frontera Tom Homan, quien fue el ‘rostro’ de las duras políticas contra la migración que el republicano implementó en su primer mandato.

Mientras el nuevo gobierno de los Estados Unidos ya tiene el plan para frenar el movimiento migratorio sustentado en la máxima: “La seguridad fronteriza es seguridad nacional”, la frontera de México con el sur, principalmente con Guatemala, sigue porosa. Y esto en gran parte por la corrupción.

Trump prometió “doblar” al actual gobierno mexicano, sino detiene la migración, como lo hizo con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien se vio obligado a crear un “muro humano” con el ejército y la guardia nacional en el estado de Chiapas.

A todo esto, hay que agregar que los carteles de la droga han extendido su poder en el control de zonas por donde cruzan los migrantes. Un “jugoso” negocio que ha dejado cientos de muertos, sin que autoridad alguna intervenga. Una clara muestra de la impunidad.

A pesar de las amenazas de las deportaciones masivas, continúa sin freno el movimiento migratorio en nuestro territorio, sin que hasta el momento el gobierno mexicano de a conocer su plan para atender la crisis que viene en materia de derechos humanos.

Crece el miedo por deportaciones masivas

Ante las amenazas de Donald Trump por deportaciones masivas de migrantes, el gobierno de Texas ofreció 500 hectáreas para campo de concentración, lo cual provocó creciente miedo.

El próximo presidente del país más poderoso del mundo, prometió que deportará a los más de 11 millones de migrantes indocumentados que viven en EU desde hace décadas.

En una carta, la Oficina General de Tierras de Texas dio a conocer que está “completamente preparada” para llegar a un acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para permitir que se construyan instalaciones para “procesar, detener y coordinar” las deportaciones, esto en el condado de Starr, al sur del estado texano.
Cabe resaltar, que dicho lote, atravesado por el río Grande (frontera entre Estados Unidos y México) fue adquirido por el gobierno de Texas a finales de octubre de este año, con el fin de “reforzar la seguridad fronteriza y construir” más kilómetros de muro.
Los funcionarios de la futura administración de Trump ya están considerando distintas ubicaciones y contactando a empresas privadas de la industria de las prisiones para ampliar la capacidad de detenciones de migrantes.

El republicano prometió en campaña y ahora como presidente electo llevar a cabo la mayor “deportación masiva” en la historia de Estados Unidos, yendo detrás de los más de 11 millones de migrantes sin estatus legal y con ello superar a Barack Obama que deportó cerca de 7 millones de migrantes, la cifra más en la historia del vecino país del norte.

Una vez que Trump, tome posesión de la Presidencia, invocará la figura de emergencia nacional con la que podrá utilizar al ejército para su plan de deportaciones masivas para ello ya nombró a su zar de la frontera Tom Homan, quien fue el ‘rostro’ de las duras políticas contra la migración que el republicano implementó en su primer mandato.

Mientras el nuevo gobierno de los Estados Unidos ya tiene el plan para frenar el movimiento migratorio sustentado en la máxima: “La seguridad fronteriza es seguridad nacional”, la frontera de México con el sur, principalmente con Guatemala, sigue porosa. Y esto en gran parte por la corrupción.

Trump prometió “doblar” al actual gobierno mexicano, sino detiene la migración, como lo hizo con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien se vio obligado a crear un “muro humano” con el ejército y la guardia nacional en el estado de Chiapas.

A todo esto, hay que agregar que los carteles de la droga han extendido su poder en el control de zonas por donde cruzan los migrantes. Un “jugoso” negocio que ha dejado cientos de muertos, sin que autoridad alguna intervenga. Una clara muestra de la impunidad.

A pesar de las amenazas de las deportaciones masivas, continúa sin freno el movimiento migratorio en nuestro territorio, sin que hasta el momento el gobierno mexicano de a conocer su plan para atender la crisis que viene en materia de derechos humanos.