/ martes 22 de octubre de 2024

Chihuahua ante el desafío ambiental: el camino hacia un manejo responsable de los recursos

La gestión de los recursos naturales refleja muchos de los desafíos ambientales globales, pero con características particulares que exigen soluciones adaptadas a su contexto geográfico y socioeconómico. A menudo se habla de la deforestación y la escasez de agua como problemas separados, pero en Chihuahua, ambos están interrelacionados de manera crítica.

Uno de los problemas más graves en Chihuahua es el estrés hídrico, con más del 90% del territorio enfrentando algún nivel de estrés de este tipo, según datos del INEGI este desafío es alarmante en zonas donde la agricultura depende de los acuíferos subterráneos. Esto nos lleva a una situación en la que se necesita urgentemente un cambio en los métodos de riego y la gestión del agua. La implementación de técnicas como el riego por goteo podría optimizar el uso del agua, reduciendo el desperdicio y aumentando la eficacia del riego, además, las tecnologías de desalinización y la reutilización de aguas residuales son opciones que han demostrado su eficacia en lugares como Israel.

En lo que respecta a la deforestación, el problema es igualmente grave. Los bosques de la Sierra Madre Occidental son esenciales para la biodiversidad y el clima local. En los últimos años Chihuahua ha perdido grandes extensiones de bosques debido a la tala indiscriminada, la expansión de la frontera agrícola y la migración por causas de inseguridad. Esta deforestación no solo afecta la fauna y la flora locales, sino que también agrava los problemas relacionados con el cambio climático, ya que la pérdida de cobertura forestal reduce la capacidad de los ecosistemas para captar carbono.

Un ejemplo de gestión forestal eficiente que podría ser útil en Chihuahua es el de Costa Rica, donde se ha logrado revertir la deforestación gracias a políticas públicas centradas en la conservación y la reforestación, logrando preservar cerca del 25% de su territorio a través de áreas protegidas, lo que ha permitido un crecimiento sostenible en sectores como el ecoturismo, mientras se protege el medio ambiente. Si bien Chihuahua tiene un contexto económico y ecológico diferente, la participación comunitaria y las políticas de conservación podrían ser clave para enfrentar su propia crisis forestal.

En este sentido, la participación de las comunidades locales es esencial. Los pueblos rurales e indígenas en Chihuahua tienen un conocimiento profundo de su entorno y, con el apoyo adecuado, podrían ser defensores de la conservación. Sin embargo, para que esto sea efectivo, es fundamental que las autoridades locales y

Federales proporcionen los recursos necesarios y refuercen la infraestructura para que las prácticas sostenibles no sólo sean posibles, sino viables desde un punto de vista económico.

Otro aspecto crucial, es la necesidad de fortalecer la legislación ambiental y asegurar su cumplimiento, países como Noruega han creado un fondo soberano a partir de los ingresos del petróleo, invirtiendo en proyectos que promueven la sostenibilidad a largo plazo, debemos buscar soluciones financieras, que permitan el abasto permanente de recursos para la protección ambiental.

En definitiva, los desafíos de Chihuahua no son únicos, pero las soluciones que se adopten deben tener en cuenta las características particulares del estado. La implementación de tecnologías avanzadas, el fomento de una cultura ecológica, y la participación de las comunidades locales, pueden marcar la diferencia. Debemos abordar con seriedad la problemática de la sostenibilidad de los recursos naturales, transformándolos en áreas de oportunidad, con programas permanentes y recursos a largo plazo, orientando a nuestro estado a un equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación ambiental.