Aún y cuando estamos en un momento histórico que le brinda a Chihuahua oportunidades más amplias de mejorar su economía, y todo lo que esto trae aparejado, la realidad es que necesitamos enfocar mucho mejor nuestras baterías para potenciar nuestro Producto Interno Bruto (PIB), así como los salarios, aunque, vale la pena decirlo, somos una de las ciudades en las que los colaboradores obtienen mayores ingresos por su trabajo.
Es importante conocer que el PIB es un indicador económico que refleja el valor monetario de todos los bienes y servicios finales, producidos por un territorio en un determinado periodo de tiempo. Se utiliza para medir la riqueza que genera un país y, en suma, representa la salud de la economía.
Considero prudente que nuestro sector, en colaboración plena con los gobiernos, establezcamos nuevas rutas y estrategias que nos lleven al crecimiento económico y la generación de espacios laborales en la región; sabemos que no es fácil, pero si aprovechamos la buena relación que tenemos en Chihuahua, entre la Iniciativa Privada, el Sector Público y la Academia, podemos tener resultados verdaderamente positivos y sobre todo ejemplares a nivel país.
Como primera clave para lograr estos objetivos, creo que debemos promover la inversión y la diversificación económica, es decir, fomentar un ambiente propicio para la inversión, tanto nacional como extranjera, en sectores estratégicos como la industria manufacturera, el turismo, la agricultura, la tecnología y la energía. Asimismo, diversificar la economía puede reducir la dependencia de un solo sector y estimular el crecimiento sostenible.
Como segundo paso, debemos apoyar más a las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), brindándoles apoyo financiero, capacitación y asesoría, para que puedan crecer, innovar y crear empleo. Las PyMEs representan un motor importante de la economía local y pueden contribuir significativamente a la potenciación del PIB y los salarios.
La tercera acción debe ser el mejorar la infraestructura y la conectividad, es decir, invertir en infraestructura vial, ferroviaria, aeroportuaria y de telecomunicaciones para mejorar la conexión entre regiones, mercancías y personas, generando así actividades más fáciles. Una infraestructura eficiente es fundamental para el desarrollo económico en cualquier país.
Como cuarto punto, necesitamos impulsar la educación y la capacitación laboral, promoviendo una educación de calidad y la formación técnica en áreas de alta demanda laboral, esto para mejorar la empleabilidad de la población y fomentar la innovación en los sectores clave de la economía.
El quinto elemento tiene que ver con potenciar el turismo y la cultura, promocionando los atractivos turísticos, la gastronomía y la cultura de Chihuahua, para atraer visitantes nacionales e internacionales. El turismo puede ser un importante motor económico y generar empleo en diversos sectores, con amplios beneficios para la población.
Y finalmente, el sexto paso, que está relacionado con diseñar programas de desarrollo regional; para ello, es fundamental implementar programas de impulso a las regiones que detonen la competitividad en cada localidad, aprovechando sus recursos naturales, industriales y humanos, de manera sostenible.
Pero debemos tener muy claro que estas seis claves solo son algunas acciones que podemos realizar para los fines arriba citados, no obstante, quiero hacer énfasis en que debemos reforzar nuestra relación institucional para generar las mejores condiciones que nos lleven a consolidar las estrategias que venimos realizando como desde hace años.
Si no hay una coordinación plena y apertura a las políticas de desarrollo, difícilmente podremos salir del nivel en el que nos encontramos. Chihuahua es ya una ciudad pujante, estamos para impulsar su desarrollo, no detenerlo.
Presidente de Desarrollo Económico de Chihuahua
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