La Secretaría de Economía (SE), en voz de su nueva titular, presentó el plan de reactivación económica del país, el cual comprende un proyecto de contención para mitigar el impacto económico generado por la pandemia. En este plan se plasman las directrices a seguir en varios rubros estratégicos de fomento y fortalecimiento económico, tales como: mercado interno, la inversión y la infraestructura, el comercio exterior y la potenciación de la regionalización.
Recobra relevancia aunar en este tema debido a que con anterioridad el Gobierno de la República en conjunto con las cúpulas empresariales anunció un Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura como medida para contrarrestar la abrupta caída de los principales indicadores macroeconómicos causados también por los estragos generados por la pandemia. Este acuerdo incluyó un conjunto de obras a ejecutarse a lo largo y ancho del territorio nacional en participación con el sector privado.
En ese sentido, lo anunciado recientemente por la SE se encuentra estrechamente vinculado con los proyectos de obra anunciados en el acuerdo nacional de inversión en infraestructura, ya que un gran números de obras a ejecutar cumplen con los objetivos expuestos en el plan de reactivación económica.
Entre ellos vale la pena destacar los proyectos orientados al estado de Chihuahua a ejecutar antes del 2024, los cuales hasta el momento de su presentación integraban inversiones para la construcción y modernización del Aeropuerto de Chihuahua, Aeropuerto de Ciudad Juárez, para el puerto fronterizo San Jerónimo, para el libramiento ferroviario de Juárez y para el libramiento de Ciudad Juárez, obras que en su conjunto ascienden a más de 4 mil 100 millones de pesos.
El monto de estas obras pareciera no tener cuantitativamente un impacto significativo inicial, tratándose de estas integran el plan maestro de recuperación económica, sin embargo, de concretar estas obras se generará de inmediato un efecto multiplicador con resonancia económica en diversos sectores de la región, incrementando exponencialmente el monto mencionado de inversión inicial. Las justificaciones son las siguientes:
Primero, el nuevo Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), posibilita una consolidación productiva regional, mediante la ampliación de las transacciones comerciales. Segundo, Chihuahua busca nuevamente ser referente en atracción de Inversión Extranjera Directa (IED), luego de que la última década se presentó el fenómeno de relocalización en IED y éstas se situaron en zonas alternas del país.
Tercero, el reforzar la infraestructura para operaciones de carácter comercial y logístico, abrirá las puertas a otras inversiones motivadas por la necesidad de la relocalización geopolítica y por los atractivos beneficios ofrecidos por la región.
Cuarto, se logrará un valor agregado a la industria regional y de exportación radicadas en la entidad, fortaleciendo las ventajas competitivas de la entidad.
Todo lo anterior se traduce en oportunidades de captación de recursos, generación de empleos y derrama económica, muy necesaria para reconfigurar el trazo económico. Además recordemos el último incremento autorizado al salario mínimo, el cual bajo este esquema mencionado impulsará aún más el consumo interno regional.
De concretarse lo anterior, es indispensable que desde el ámbito local se acompañen y armonicen políticas y legislaciones que doten de garantías e incentivos para la atracción de inversiones que fomenten el crecimiento económico.
Es una oportunidad para que los grandes capitales volteen a ver a la entidad, la cual goza de privilegios geográficos, experiencia certificada y zonas de excepción fiscal. La estrategia de conexión de vías terrestres, la consolidación de puentes aéreos y en general lo destinado a potenciar la infraestructura tiene como finalidad dinamizar el comercio y contribuir al crecimiento y desarrollo de Chihuahua y así aliviar la porción subutilizada del territorio que durante los últimos años ha permanecido estática.