Después que AMLO declarara el 28 de febrero que, “Estamos preparados para enfrentar el coronavirus” y que, “No es, según la información que se tiene, algo terrible, fatal. Ni siquiera es equivalente a la influenza”, donde más de un millón de personas se han contagiado y 50 mil muerto en todo el mundo, colocando al borde del colapso los sistemas hospitalarios y la disponibilidad de medicamentos inclusive en EU, AMLO declara además que, “la pandemia es una gran oportunidad para consolidar la 4T”. Vaya humanidad, sensibilidad y empatía.
El viernes de esta semana, sin definir el plan de apoyo a empresas que ya sufren el impacto de la pandemia, AMLO incrementa el apoyo a sus proyectos de Santa Lucía y Tren Maya, donde afirmó ante la petición de apoyo de los dirigentes empresariales que no va haber otro Fobaproa ni apoyo neoliberal, y ni siquiera moratoria fiscal para presentar la declaración anual que empezó el 1ero de abril, como han hecho la mayoría de los gobiernos del planeta.
Al tiempo que Alfonso Romo, jefe de la oficina de la presidencia declaró que el Coronavirus, “se convierte en una oportunidad para México, porque en estos días hemos recibido muchas visitas de banqueros, inversionistas y compañías industriales tecnológicas porque están pensando reacomodar sus cadenas de valor”. Declaraciones que ningún gobierno en el mundo está haciendo, porque están pensando en las vidas y la amenaza económica para sus ciudadanos.
En Chihuahua el gobernador Corral empezó a tomar medidas ante la contracción de los ingresos federales por la parálisis de las actividades productivas, las demoras en la entrega de las participaciones federales, todo ello sumado a la quiebra financiera en que dejó Duarte y el PRI al estado, más la incapacidad estatal por no colocar al frente de sus finanzas, a funcionarios con amplia experiencia financiera pública, como ya he comentado con anterioridad.
Dentro de las medidas de ahorro, Corral anunció la reducción en un 50, 30, 20 o 10 por ciento, de la compensación salarial que reciben los funcionarios públicos estatales, donde usted podría suponer que, al sólo hablar de la compensación y no del salario integral, la reducción “dolería, pero no mataría”. Lamentablemente desde el gobierno de Patricio Martínez el salario base se súper redujo para que el funcionario y el gobierno pagarán menos impuestos y hoy la compensación llega a significar el 90% del salario integral.
La reacción no se hizo esperar, el jueves empezó a circular una convocatoria en las redes sociales para protestar parando labores en el gobierno estatal el martes 21 de abril, explicando que, “A nosotros NO nos van a educir el pago de la casa, ni la renta, ni el pago del auto”, y denunciando además que “Todo el funcionariado estatal que seguimos trabajando en oficinas de Gobierno Estatal y se nos exceptuó de trabajar en casa”.
En pocas palabras, AMLO cree que la pandemia es una oportunidad para apuntalar su proyecto de gobierno, mintiendo al declarar que está preparado, me imagino porque su estampita evitará miles de muertos, sin reducir o suspender el presupuesto para sus juguetes sexenales, Santa Lucía, el Tren maya y la refinería; mientras Corral anuncia la guillotina para los ingresos de los funcionarios estatales de los tres poderes, cuando en el resto de los gobiernos de los países de OECD no sólo alivian o posponen el pago de impuestos, además apoyan con dinero a sus ciudadanos incluidas las empresas, para proteger hasta donde puedan los empleos. ¡Viva México…!