Estimado lector, el título de este artículo es muy duro. Probablemente es uno de los artículos más difíciles que escribiré sin exagerar. Todos los países del planeta enfrentamos una pandemia y recesión económica, crisis ambas que deberían de enfrentar unidas todas y cada una de las naciones, porque sin la menor duda, después que terminen de golpearnos, el mundo no será el mismo.
Para enfrentar y resolver las dos crisis con el menor número de muertos, enfermos, destrucción, sufrimiento, hambre y violencia, necesitamos que en cada municipio, en cada estado y en la presidencia del país exista el mejor equipo multidisciplinario disponible para tomar decisiones con rapidez, pero eso no está sucediendo hoy ni en México, ni en el Estado ni en la ciudad de Chihuahua.
En esta semana hubo una reunión de exgobernadores del PRI y del PAN para apoyar al gobernador Corral, un buen gesto político inicial pero insuficiente. Durante esta semana López Obrador descalificó la iniciativa del BID de mano del Consejo de Hombres de Negocios que reúne a los empresarios más ricos del país, que pretende y ojalá logre un fondo de 30 mil millones de pesos para operaciones de factoraje, que no afecta las reservas del Banco de México ni la deuda pública.
La operación permitiría que miles de pequeñas y medianas empresas puedan convertir en dinero líquido con rapidez, los contrarrecibos derivados de ventas ya realizadas pero que les serán pagadas hasta en los próximos 30, 60, 90 o 120 días, para permitirles seguir pagando a sus empleados y proveedores.
Por lo visto, a AMLO sólo le gustan las iniciativas donde él brilla. También vimos debilitarse a Gustavo de Hoyos, presidente nacional de Coparmex, invitando como vocero legal al controvertido ex secretario de estado Javier Lozano, para disminuirle el encargo el mismo día ante la sublevación de algunos consejeros, ante lo cual Lozano renunció realizando un durísimo pronunciamiento.
México, en diversas tablas comparativas aparece en las últimas cinco posiciones entre todos los países, al evaluarse nuestra vulnerabilidad económica como país y como gobierno, así como en los últimos lugares en apoyos para que las empresas nacionales no despidan personal. Lo que no acalambra a AMLO ni a la 4T.
Por todo lo anterior, propongo al gobernador: 1) que organice una reunión con todos los empresarios más importantes del estado, los rectores de las universidades y tecnológicos, los líderes de los principales sindicatos y organizaciones campesinas, los presidentes de los partidos políticos, los presidentes de las cámaras, colegios de profesionistas, etc., donde les presente sin escamotear información, por delicada o controvertida, un informe completo de la situación financiera y de salud del Gobierno del Estado, sus organismos y programas que se verán involucrados durante las dos crisis.
2) Que en esa reunión se elija una comisión multidisciplinaria para dar seguimiento semanal de las crisis de salud y económica y se integren equipos multidisciplinarios que colaboren en corto con cada uno de los secretarios del gabinete. Propongo que Maru Campos repita el modelo en el Ayuntamiento de Chihuahua. Porque su servidor no ve otra alternativa para enfrentar con eficacia la crisis así como, para que López Obrador ante un Chihuahua deveras unido, atienda sin demora ni regatear las necesidades del estado y sus municipios.
