El mundo está cambiando a pasos agigantados y de formas drásticas. Lo que antes tardaba una década en consolidarse, hoy puede lograrse en apenas diez meses. Esto incluye también a los movimientos sociales, que, por ende, son movimientos políticos. Por lo tanto, lo que hoy creemos que durará 20 años, en realidad puede cambiar de un momento a otro.
Escribo esto para reflexionar sobre los errores que está cometiendo Morena respecto al uso de la mayoría que le otorgó la ciudadanía. Lo menciono porque, así como Morena nació y creció rápidamente gracias a una causa real, colectiva y con una agenda clara, abrazada por un movimiento que se apoderó de la política mexicana en tiempo récord, también puede surgir un movimiento opositor con igual rapidez.
Hoy estamos viendo cómo esto sucede, y ocurrirá con mayor frecuencia. La única esperanza de contrapeso político que tenemos actualmente es el PAN, pero la posibilidad de que este partido representara una oposición real fue anulada este fin de semana. La elección de Jorge Romero fue un acto de suicidio político para ese partido. Esto no es una sorpresa para nadie, pero sí debe ser una llamada de atención para quienes aún esperan que la oposición en este país sea liderada por ellos. Esta debilidad es evidente, y lo preocupante es que Morena está sacando provecho de ella.
A todo el país le conviene que cualquier gobierno tenga contrapesos. Para que esto ocurra, los contrapesos deben ser movimientos legítimos, encabezados por personas congruentes que representen y dirijan una causa. Estos movimientos pueden crecer de la noche a la mañana. Un ejemplo claro es el caso de Argentina, donde un movimiento de reciente creación logró el liderazgo del país con el actual presidente, Javier Milei, quien encabeza un gobierno de derecha y libertario.
Morena debe tener muy presentes estos hechos para evitar acciones descaradas, mediocres y malintencionadas como la reciente reelección de la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Aunque el proceso se planteó inicialmente como una oportunidad para llevar a personas calificadas a la dirigencia, terminó siendo opacado por decisiones arbitrarias y sin sentido.
El actual gobierno tiene la oportunidad de realizar cambios impresionantes y fundamentales para mejorar la calidad de vida de quienes vivimos en este país. Sin embargo, si continúa enfocándose en mantener el status quo de la política mexicana con acciones incorrectas, caerá en los mismos errores del pasado, perdiendo esta oportunidad histórica. No se equivoquen: las tendencias muestran que los movimientos pueden surgir rápidamente y cambiar el rumbo del país en cualquier momento, algo que, al menos por ahora, no le conviene a nadie.
Este artículo tiene tres mensajes clave, que aclaro para evitar malos entendidos:
1) Morena, no desperdicien la oportunidad histórica de hacer las cosas bien y correctamente con una mayoría tan amplia. 2) La verdadera oposición puede surgir en cualquier momento y crecer rápidamente. 3) Es crucial entender que el PAN ya no es la opción para liderar la oposición a nivel nacional.