/ martes 1 de octubre de 2024

Cultura de la Sustentabilidad, ¿realidad o fantasía? / Parte III

Con esta columna cerramos la interrogante sobre si la cultura de sostenibilidad empresarial es una realidad o una fantasía, es decir, si las empresas la viven a cabalidad o solo se quedan en la parte documental… la columna pasada abordé los hallazgos sobre un estudio realizado en el periodo 2022-2023, esos hallazgos pueden ayudarnos a comprender gran parte de la problemática y sobre todo las áreas de oportunidad que se tienen para que las actividades empresariales y productivas puedan ser más sostenibles.

Además de los hallazgos ya mencionados en la columna anterior, se agregan el que la mayoría de las empresas reportan sobre los objetivos del desarrollo sostenible (ODS), pero solo el 10% de éstas lo hace sobre los 17 objetivos; siguen prevaleciendo en la mayoría de las empresas, el reportar sobre el ODS 8 que es relativo al trabajo decente y crecimiento económico, el 12 que habla sobre consumo y producción responsables y el 13 que aborda la acción por el clima, lo que quiere decir que las empresas y sus procesos productivos operan un tanto al margen de estos objetivos lo que provoca que aún estemos muy alejados de cumplir estos objetivos en todas y cada una de sus metas y estrategias. Otro de los hallazgos reflejó que el riesgo climático es el tema sobre el cual se reporta en mayor medida, seguido de los riesgos sociales y de gobierno corporativo, de este hallazgo resalta el hecho de que el riesgo climático es lo que más se reporta, pero en contraste solo el 64% y 39% de la totalidad de las empresas y de las empresas de Latinoamérica, respectivamente, consideran que el riesgo climático representa un riesgo para sus negocios, es decir, se visualiza en lo general el cambio climático y los riesgos que representan pero no se están internalizando los costos y las medidas que las empresas pueden y deben asumir por sus actividades empresariales y productivas.

Todo esto nos lleva a concluir que aunque la cultura de sostenibilidad ha ido permeando cada vez con más fuerza en la sociedad y en los sectores económicos, aún se sigue visualizando como algo externo, como algo “extra” de estas actividades y no como “parte de”, aún no se logra permear que la base de todo sistema productivo y económico son los recursos naturales y los servicios ecosistémicos que de ellos se obtiene y mientras esta condición siga prevaleciendo los reportes de sustentabilidad se siguen quedando en un plano documental, no digo que en todos los casos sea así, pero lamentablemente si sigue siendo así en la mayoría; necesitamos integrar la totalidad de los elementos y no solo aquellos que son objeto de aprovechamiento, necesitamos volver a las soluciones basadas en la naturaleza y generar los mecanismos de política pública y operativos para promover una verdadera integración ambiental en las cuestiones económicas y productivas.


Líder de sustentabilidad y medio ambiente de Chihuahua Futura.


Con esta columna cerramos la interrogante sobre si la cultura de sostenibilidad empresarial es una realidad o una fantasía, es decir, si las empresas la viven a cabalidad o solo se quedan en la parte documental… la columna pasada abordé los hallazgos sobre un estudio realizado en el periodo 2022-2023, esos hallazgos pueden ayudarnos a comprender gran parte de la problemática y sobre todo las áreas de oportunidad que se tienen para que las actividades empresariales y productivas puedan ser más sostenibles.

Además de los hallazgos ya mencionados en la columna anterior, se agregan el que la mayoría de las empresas reportan sobre los objetivos del desarrollo sostenible (ODS), pero solo el 10% de éstas lo hace sobre los 17 objetivos; siguen prevaleciendo en la mayoría de las empresas, el reportar sobre el ODS 8 que es relativo al trabajo decente y crecimiento económico, el 12 que habla sobre consumo y producción responsables y el 13 que aborda la acción por el clima, lo que quiere decir que las empresas y sus procesos productivos operan un tanto al margen de estos objetivos lo que provoca que aún estemos muy alejados de cumplir estos objetivos en todas y cada una de sus metas y estrategias. Otro de los hallazgos reflejó que el riesgo climático es el tema sobre el cual se reporta en mayor medida, seguido de los riesgos sociales y de gobierno corporativo, de este hallazgo resalta el hecho de que el riesgo climático es lo que más se reporta, pero en contraste solo el 64% y 39% de la totalidad de las empresas y de las empresas de Latinoamérica, respectivamente, consideran que el riesgo climático representa un riesgo para sus negocios, es decir, se visualiza en lo general el cambio climático y los riesgos que representan pero no se están internalizando los costos y las medidas que las empresas pueden y deben asumir por sus actividades empresariales y productivas.

Todo esto nos lleva a concluir que aunque la cultura de sostenibilidad ha ido permeando cada vez con más fuerza en la sociedad y en los sectores económicos, aún se sigue visualizando como algo externo, como algo “extra” de estas actividades y no como “parte de”, aún no se logra permear que la base de todo sistema productivo y económico son los recursos naturales y los servicios ecosistémicos que de ellos se obtiene y mientras esta condición siga prevaleciendo los reportes de sustentabilidad se siguen quedando en un plano documental, no digo que en todos los casos sea así, pero lamentablemente si sigue siendo así en la mayoría; necesitamos integrar la totalidad de los elementos y no solo aquellos que son objeto de aprovechamiento, necesitamos volver a las soluciones basadas en la naturaleza y generar los mecanismos de política pública y operativos para promover una verdadera integración ambiental en las cuestiones económicas y productivas.


Líder de sustentabilidad y medio ambiente de Chihuahua Futura.