/ martes 5 de junio de 2018

Democracia vs. mercado

De historia, de comentarios, de ejemplos y de realidades vemos que los gobiernos eventualmente terminan por suprimir las libertades de las personas. Se sigue pensando que un gobierno del pueblo conduce a la corrupción, el desorden, la violencia, y finalmente a una dictadura.

Y allí es donde el concepto de libre mercado empieza a ganar terreno en las democracias consolidadas, funcionales y sólidas. El libre mercado ha servido como semilla en el cultivo de la democracia, entre otras razones, porque el libre mercado crea propiedad privada, y cuando la gente se acostumbra a vivir con la propiedad privada, descubre cada vez más sus beneficios, por lo cual no es raro, que progresivamente estas personas se decanten por un sistema político y jurídico que mejor proteja la propiedad privada, y hasta ahora la forma de gobierno que menos mal lo ha hecho es la democracia.

Otro punto es la explicación de cómo el libre mercado inyecta capitales a una sociedad, y produce riqueza económica. En la medida que esta riqueza económica aumenta y llega a más personas, estas personas tienen más posibilidades de acceder a mejores niveles de educación y en la medida que la gente está más educada y cultivada, es más consciente del valor de luchar por las libertades y derechos que tienen aparejados con un sistema democrático.

Y un siguiente punto sería el que libre mercado es un catalizador fundamental de la democracia, y uno de los más importantes, porque el libre mercado genera cuerpos intermedios, como lo son las cámaras de comercio, los clubes de banqueros, los clubes industriales, las agrupaciones de empresarios, las asociaciones profesionales, los colegios de profesionistas, etc. Y todos estos cuerpos intermedios funcionan como lazo y cemento para la sociedad civil, todos estos cuerpos intermedios vertebran y organizan a los individuos en la sociedad civil, y de esta manera los individuos de un país o un estado, son, en teoría, menos manipulables por la influencia o fuerza del gobierno, precisamente por no encontrarse solos y aislados, sino bien organizados y protegidos por estos cuerpos intermedios ante posibles intromisiones a sus libertades y derechos, tan propios de un sistema democrático.

Cuando un grupo de personas se organizan para hacer negocios juntos entre ellas, van dejando detrás de sus negociaciones o acuerdos, una estela de compromisos y confianza que son indispensables para una firme y saludable vida democrática.

Un escritor decía que el libre mercado ha servido como una especie de caballo de Troya a favor de la democracia. Distintos gobiernos autoritarios o dictatoriales, han utilizado el libre mercado para hacerse de beneficios económicos, han permitido o están permitiendo la entrada de este conocido caballo de Troya, que ha desmantelado o terminará por desmantelar, tarde o temprano, los sistemas opresivos de las libertades o derechos políticos y civiles.

Los mercados son convenientes para la democracia y, de la misma manera, la democracia es conveniente para los mercados. Si se desea que ambos funcionen bien, solamente necesitan estar regulados.

El problema surge cuando esta mancuerna se desequilibra y así, mucha democracia permite que surjan escenarios de populismo, desorden, violencia, pero principalmente corrupción, que definitivamente el factor de libre mercado juega un papel importante.

Democracia sin control nunca podrá sobrevivir, y empresa privada sin regular, terminará autodestruyéndose, arrastrando en su caída a la democracia.

La armonía social demanda un poder central equilibrado y justo y una forma de producir justa y equilibrada. En esto consiste la libertad.

La verdad, hoy en día, lo que se percibe es que, los ricos son más poderosos y los pobres más miserables. Definitivamente requerimos “ajustes” a esta democracia que actualmente estamos viviendo, porque el factor “mercado” no está funcionando en este tema.

Email: antonio.rios@itesm.mx


De historia, de comentarios, de ejemplos y de realidades vemos que los gobiernos eventualmente terminan por suprimir las libertades de las personas. Se sigue pensando que un gobierno del pueblo conduce a la corrupción, el desorden, la violencia, y finalmente a una dictadura.

Y allí es donde el concepto de libre mercado empieza a ganar terreno en las democracias consolidadas, funcionales y sólidas. El libre mercado ha servido como semilla en el cultivo de la democracia, entre otras razones, porque el libre mercado crea propiedad privada, y cuando la gente se acostumbra a vivir con la propiedad privada, descubre cada vez más sus beneficios, por lo cual no es raro, que progresivamente estas personas se decanten por un sistema político y jurídico que mejor proteja la propiedad privada, y hasta ahora la forma de gobierno que menos mal lo ha hecho es la democracia.

Otro punto es la explicación de cómo el libre mercado inyecta capitales a una sociedad, y produce riqueza económica. En la medida que esta riqueza económica aumenta y llega a más personas, estas personas tienen más posibilidades de acceder a mejores niveles de educación y en la medida que la gente está más educada y cultivada, es más consciente del valor de luchar por las libertades y derechos que tienen aparejados con un sistema democrático.

Y un siguiente punto sería el que libre mercado es un catalizador fundamental de la democracia, y uno de los más importantes, porque el libre mercado genera cuerpos intermedios, como lo son las cámaras de comercio, los clubes de banqueros, los clubes industriales, las agrupaciones de empresarios, las asociaciones profesionales, los colegios de profesionistas, etc. Y todos estos cuerpos intermedios funcionan como lazo y cemento para la sociedad civil, todos estos cuerpos intermedios vertebran y organizan a los individuos en la sociedad civil, y de esta manera los individuos de un país o un estado, son, en teoría, menos manipulables por la influencia o fuerza del gobierno, precisamente por no encontrarse solos y aislados, sino bien organizados y protegidos por estos cuerpos intermedios ante posibles intromisiones a sus libertades y derechos, tan propios de un sistema democrático.

Cuando un grupo de personas se organizan para hacer negocios juntos entre ellas, van dejando detrás de sus negociaciones o acuerdos, una estela de compromisos y confianza que son indispensables para una firme y saludable vida democrática.

Un escritor decía que el libre mercado ha servido como una especie de caballo de Troya a favor de la democracia. Distintos gobiernos autoritarios o dictatoriales, han utilizado el libre mercado para hacerse de beneficios económicos, han permitido o están permitiendo la entrada de este conocido caballo de Troya, que ha desmantelado o terminará por desmantelar, tarde o temprano, los sistemas opresivos de las libertades o derechos políticos y civiles.

Los mercados son convenientes para la democracia y, de la misma manera, la democracia es conveniente para los mercados. Si se desea que ambos funcionen bien, solamente necesitan estar regulados.

El problema surge cuando esta mancuerna se desequilibra y así, mucha democracia permite que surjan escenarios de populismo, desorden, violencia, pero principalmente corrupción, que definitivamente el factor de libre mercado juega un papel importante.

Democracia sin control nunca podrá sobrevivir, y empresa privada sin regular, terminará autodestruyéndose, arrastrando en su caída a la democracia.

La armonía social demanda un poder central equilibrado y justo y una forma de producir justa y equilibrada. En esto consiste la libertad.

La verdad, hoy en día, lo que se percibe es que, los ricos son más poderosos y los pobres más miserables. Definitivamente requerimos “ajustes” a esta democracia que actualmente estamos viviendo, porque el factor “mercado” no está funcionando en este tema.

Email: antonio.rios@itesm.mx