/ sábado 9 de noviembre de 2024

Derechos Humanos desde una óptica editorial

El llamado de Alejandro Rueda, nuestro querido presidente de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua, para publicar un libro que nos editaría la Comisión de Derechos Humanos paro mis antenitas alrededor de la problemática que he venido desnudando ante la sociedad chihuahuense. Tenía mucho que decir sobre las etnias de la Sierra Tarahumara y sus ancestrales modos de vida, en el que se incluye violencia contra las niñas, y venta y matrimonio forzado, así que me cayó como anillo al dedo y envié mi propuesta.

Y ahora que me tocó presentarlo en la Feria del libro de Chihuahua, fue muy grato leer las propuestas de mis compañeros y me maravillé ante tantos temas que nos aquejan. Somos tan nuevos en el mundo que los Derechos Humanos se reconocieron en 1990, en México, imagínense, hace 30 años. Y yo creo que los humanistas de todos los siglos deben haber descansado en paz cuando al fin se aceptó que un niño pobre y un millonario adulto tienen los mismos derechos en este mundo, que una indígena y una reina tienen los mismos derechos, que los descendientes de esclavos africanos, hoy tienen los mismos derechos que un aristócrata inglés. Luego hemos ido más allá, como lo menciona mi querida Soledad Limas, en su texto, que forma parte de este libro, sobre el derecho a la vida, quien está a favor de la protección jurídica de la vida desde el momento de la concepción. No, al aborto.

Yo diría que en este libro están todas las incongruencias del ser humano, puesto que si hablamos de migrantes como lo hizo Serafín Peralta, no sabemos ni qué postura tomar, puesto que no deseamos ser el puente de los países de Latinoamérica a Estados Unidos, pero qué nos queda sino apegarnos a los Derechos Humanos y presionar para que se respete el paso de estos seres que por desgracia tienen que salir de su país y a veces, auxiliarlos de nuestro bolsillo.

En este libro, incluso se cuestiona sobre la expropiación a la propiedad privada, un tema que nos hace temblar a aquellos que conocemos la historia de Rusia, Cuba y Venezuela, incluso México, y no se diga Chihuahua que cayó en desgracia económica cuando se privatizaron los bancos, allá por 1982 y nuestro avance como estado industrial se hizo añicos, hasta la fecha. Así que como lo expone Roberto Piñón, la expropiación es un franco ataque al derecho humano de la propiedad, en manos de los gobernantes que desdeñan la ley.

La diversidad de temas en este libro es amplia y nos enfrenta a medir el avance que llevamos en la civilización.

La finalidad de los Derechos Humanos me recuerda una premisa budista: disminuir el sufrimiento de todos los seres sintientes de nuestra querida Tierra.

Mi tema, cuyo nombre espanta: NIÑAS VENDIDAS EN LA SIERRA TARAHUMARA, ha causado revuelo, de la misma manera que movió mis entrañas, y es que a veces no vemos ni nuestro propio patio trasero, pero estamos muy enterados de la guerra de Ucrania. Aquí en la Sierra se libran unas guerras horrendas. Puede encontrar mi propuesta completa en mi pagina de Facebook (20+) Silvia Gonzalez - "Los humanistas de todos los siglos descansaron... | Facebook, incluso los cuestionarios que realicé, fotos y las cartas de las maestras que, al fin, cuestionaron la problemática.


Así las cosas. Gracias por leerme.

Namasté.