La distribución del ingreso en México, como en la mayoría de los países, es muy desigual: las personas de mayor riqueza económica perciben 10, 20 o 30 veces más ingreso que las de menor riqueza. Ello, por la desigualdad en el patrimonio material y educativo original: las familias de mayor ingreso poseen capital, empresas, profesiones y conocimientos técnicos y de negocios; las familias de menor ingreso solo tienen su trabajo manual para obtener su ingreso diario, sufren desocupación por su misma desventaja originaria: no consiguen trabajo calificado porque no tienen preparación para ello y no tienen preparación por su misma pobreza.
La distribución del ingreso es una medida económica de la desigualdad, aunque no es la única ni la mejor, ya que también hay desigual en el ejercicio de los derechos a la alimentación, la salud, vivienda digna, educación de calidad, descanso y esparcimiento y en general, al disfrute igualitario de los bienes producidos por la naturaleza y la sociedad.
Para medir la distribución del ingreso en México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía -INEGI, realiza encuestas cada dos años, la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares -ENIGH. Pregunta en una muestra de hogares el número de personas del hogar, el tipo y monto de ingresos y gastos, las características de la vivienda y otras más sobre la condición de los hogares encuestados.
Según la Encuesta del año 2022, el ingreso total de la sociedad se distribuyó así: el 10% de los hogares con mayores ingresos percibió en promedio $2,200 pesos diarios por hogar, mientras que el 10% de los hogares de menores ingresos percibió en promedio $147 pesos por hogar: 15 veces más los hogares de más alto ingreso que los hogares de más bajo ingreso. El resto del ingreso se distribuyó entre el otro 80% de la sociedad.
La composición promedio del hogar ese año era de 3.4 personas por hogar, correspondiendo por tanto $646 pesos diarios por persona en los hogares de mayor ingreso y $43 pesos diarios por persona en los de menor ingreso. La desigualdad es evidente: $643 pesos diarios frente a $43 pesos diarios por persona. Podemos preguntarnos cómo vive con $43 pesos diarios cada persona de estos hogares formados por niñas y niños, adolescentes, adultos y adultos mayores que suman 13 millones de mexicanas y mexicanos.
La distribución del ingreso en México ha mejorado en años recientes, después de un largo periodo de 24 años, 1974 a 2000, de rápido empeoramiento en la distribución, y otros 15 años, de 2000 a 2016, de lento deterioro en la distribución.
En 2016 el ingreso del 10% de los hogares de más ingreso -Decil 10, fue 21 veces mayor que el del 10% de los hogares de menor ingreso -Decil 1: $2,532 pesos diarios frente a $122 pesos diarios. En 1918 mejoró un poco, pasó de 21 veces a 18 veces mayor el ingreso del Decil 10, de mayor ingreso, que el del Decil 1, de menor ingreso. En 2020 la distribución siguió siendo desigual e injusta, pero un poco menos que en años anteriores: 16 veces mayor el ingreso de las familias “de arriba” frente al de las “de abajo”. Para 2022, la desigualdad continúa alta e injusta, pero otro poco menos: 15 veces mayor el ingreso del Decil 10 que el del Decil 1, con los datos ya expuestos dos párrafos arriba.
En 6 años, de 2016 a 2022, la diferencia se redujo de 21 veces a 15 veces el ingreso de los hogares “de más arriba” respecto al de los hogares “de más abajo”.
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