/ martes 25 de mayo de 2021

Duelo en tiempos de COVID

Por Leslie Aimé Oaxaca Holguín

Cuando no había pandemia las personas vivían el duelo como lo que se consideraba “normal”, pasando por las 5 etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.

Hoy a un poco más del año de pandemia, el duelo se ha convertido en más enojo y depresión que todo lo demás, brincando los demás pasos. Si alguien muere a causa del COVID no te dejan ver a esa persona por última vez, a algunos (tal vez a la mayoría) les gusta despedirse de su ser amado en la funeraria, pero si muere por COVID, como decía antes, ya no los ves, tenemos que vivir con el recuerdo de la última vez que los vimos, la última vez que lo abrazamos y la última vez que les dijimos “te amo”.

Lo peor es que algunos luchan con la idea de que tal vez la última vez que los vieron o hablaron con ellos estuvieron enojados o en malos términos.

Lo único que nos consuela es que ellos ya no están sufriendo y batallando con las dificultades de la enfermedad o los problemas de la vida.

Esta semana mi familia y yo tuvimos una pérdida muy grande a causa de COVID, fue muy rápido y no pudimos despedirnos de ella. Sufrimos la parte de su pérdida y tuvimos la ira al saber que no podríamos verla, no le iban a ponerle la ropa que mi hermana y mi mamá buscaron para ella. Mi demás familia tristes y a la vez enojados porque no iban a tener tiempo en la funeraria para verla, enojados porque también están enfermos de COVID y no pueden hacer mucho. Y los que no están enfermos no pueden hacer nada porque o cuidan de su familia o se arriesgan y se enferman también.

Así es, en la pandemia cambió todo el duelo, no podemos hacer mucho. Es un tema del que se ha hablado bastante pero no es real hasta que lo vives, ahí radica el problema, las restricciones son claras y las obedecemos porque sabemos el peligro, por otra parte, lidiar con el duelo solo, es peor de lo que ya era antes, podemos decir que es más difícil ahora.

Entonces ¿qué podemos hacer?

-Primero aceptar el apoyo, no se puede hacer mucho, pero puede ser una llamada o un mensaje. No tiene que ser mucho, es mejor un corazón sin palabras que palabras sin corazón.

-Cuidarnos, tanto física como emocionalmente, es muy importante.

-Aceptar los sentimientos, expresar y liberar emociones.

-Adaptar nuestra rutina, así evitaremos caer en hábitos destructivos.

-Preservar los recuerdos, ahora mediante las redes sociales y el internet es más fácil incluso recordar junto con otras personas.

-Descansar, eso nos va a ayudar a pensar con claridad.

Estos solo son unos consejos prácticos, lo mejor siempre va a ser la ayuda profesional.

No hay que preocuparnos de más, eso solo nos puede traer problemas, hay que reconocer que lamentablemente no podemos hacer nada.

Nada va eliminar el dolor, pero podemos ayudar a que sea menos el impacto, todas las personas llevan el duelo de manera diferente, por eso todos podemos ayudar. Es importante tener paciencia para no tomar decisiones apresuradas, en un momento todo va a mejorar, todo va a recuperar su camino.

Por Leslie Aimé Oaxaca Holguín

Cuando no había pandemia las personas vivían el duelo como lo que se consideraba “normal”, pasando por las 5 etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.

Hoy a un poco más del año de pandemia, el duelo se ha convertido en más enojo y depresión que todo lo demás, brincando los demás pasos. Si alguien muere a causa del COVID no te dejan ver a esa persona por última vez, a algunos (tal vez a la mayoría) les gusta despedirse de su ser amado en la funeraria, pero si muere por COVID, como decía antes, ya no los ves, tenemos que vivir con el recuerdo de la última vez que los vimos, la última vez que lo abrazamos y la última vez que les dijimos “te amo”.

Lo peor es que algunos luchan con la idea de que tal vez la última vez que los vieron o hablaron con ellos estuvieron enojados o en malos términos.

Lo único que nos consuela es que ellos ya no están sufriendo y batallando con las dificultades de la enfermedad o los problemas de la vida.

Esta semana mi familia y yo tuvimos una pérdida muy grande a causa de COVID, fue muy rápido y no pudimos despedirnos de ella. Sufrimos la parte de su pérdida y tuvimos la ira al saber que no podríamos verla, no le iban a ponerle la ropa que mi hermana y mi mamá buscaron para ella. Mi demás familia tristes y a la vez enojados porque no iban a tener tiempo en la funeraria para verla, enojados porque también están enfermos de COVID y no pueden hacer mucho. Y los que no están enfermos no pueden hacer nada porque o cuidan de su familia o se arriesgan y se enferman también.

Así es, en la pandemia cambió todo el duelo, no podemos hacer mucho. Es un tema del que se ha hablado bastante pero no es real hasta que lo vives, ahí radica el problema, las restricciones son claras y las obedecemos porque sabemos el peligro, por otra parte, lidiar con el duelo solo, es peor de lo que ya era antes, podemos decir que es más difícil ahora.

Entonces ¿qué podemos hacer?

-Primero aceptar el apoyo, no se puede hacer mucho, pero puede ser una llamada o un mensaje. No tiene que ser mucho, es mejor un corazón sin palabras que palabras sin corazón.

-Cuidarnos, tanto física como emocionalmente, es muy importante.

-Aceptar los sentimientos, expresar y liberar emociones.

-Adaptar nuestra rutina, así evitaremos caer en hábitos destructivos.

-Preservar los recuerdos, ahora mediante las redes sociales y el internet es más fácil incluso recordar junto con otras personas.

-Descansar, eso nos va a ayudar a pensar con claridad.

Estos solo son unos consejos prácticos, lo mejor siempre va a ser la ayuda profesional.

No hay que preocuparnos de más, eso solo nos puede traer problemas, hay que reconocer que lamentablemente no podemos hacer nada.

Nada va eliminar el dolor, pero podemos ayudar a que sea menos el impacto, todas las personas llevan el duelo de manera diferente, por eso todos podemos ayudar. Es importante tener paciencia para no tomar decisiones apresuradas, en un momento todo va a mejorar, todo va a recuperar su camino.