Imaginemos que el procedimiento de amparo es como un escudo que una empresa puede levantar cuando siente que sus derechos están siendo vulnerados por una acción o decisión del gobierno. Este escudo es una herramienta poderosa, pero requiere ser activado en el momento adecuado, con la precisión necesaria, y sobre todo, debe estar respaldado por una base legal sólida. De manera similar, los impactos de la reforma judicial en México pueden ser vistos como una serie de flechas lanzadas hacia las empresas y las personas. Estas flechas representan la incertidumbre legal, la mayor rigidez en la aplicación de las leyes, el aumento de la burocracia y los costos judiciales. Sin la preparación adecuada, estas flechas pueden penetrar el escudo de la empresa o la persona, causando daños significativos. Así como en un procedimiento de amparo, donde es esencial presentar la demanda en el momento correcto y con los argumentos adecuados para que sea efectiva, las empresas deben anticiparse a los impactos de la reforma judicial. Esto puede lograrse monitoreando constantemente el entorno legal (preparándose para las flechas antes de que sean lanzadas), revisando sus políticas internas y contratos (fortaleciendo el escudo), y formando alianzas estratégicas para enfrentar juntos los desafíos (construyendo un muro defensivo adicional alrededor de la empresa). La clave en ambos casos es la anticipación y preparación. En un procedimiento de amparo, la anticipación se traduce en tener toda la documentación y argumentación legal lista para presentarse de manera oportuna. Para las empresas y las personas, anticiparse a la reforma judicial implica ajustar sus operaciones, capacitar a su equipo, y establecer planes de contingencia que les permitan actuar rápidamente cuando los cambios legales entren en vigor. De esta manera, las empresas en México pueden protegerse, no solo reaccionando a los impactos de la reforma judicial una vez que ocurran, sino anticipándose a ellos, como un guerrero que levanta su escudo antes de que lleguen las flechas, asegurando que su estructura se mantenga firme y sus operaciones continúen de manera estable.
Por ejemplo, una empresa puede apoyarse en un despacho legal especializado en analizar las reformas y cambios en la legislación, asi como cambios en los personajes.
Supongamos que una reforma judicial modifica las reglas sobre la resolución de disputas laborales. Una empresa podría revisar y actualizar sus contratos laborales para asegurarse de que estén alineados con las nuevas regulaciones, evitando así futuros conflictos legales.
Ante la selección de jueces por votación, las empresas deben anticiparse investigando los antecedentes y las tendencias de los candidatos. Si un candidato tiene un historial de decisiones que han sido desfavorables para las empresas, la empresa podría involucrarse en la participación activa en el proceso de selección, apoyando a candidatos que promuevan un entorno jurídico favorable para los negocios.
Anticipando posibles cambios en la interpretación de la ley según el perfil de los nuevos jueces, las empresas pueden invertir en fortalecer su asesoría jurídica preventiva. Esto implica preparar estrategias legales que consideren diferentes escenarios en función de quiénes sean seleccionados como jueces, asegurando que la empresa esté preparada para cualquier eventualidad.
Preparémonos y anticipémonos ante un evento que ya viene, camaras y grupos empresariales, empresas, personas, no seamos reactivos como lo hemos hecho anteriormente, el control del poder ejecutivo esta en juego.
