/ viernes 12 de julio de 2024

El grave daño de la reforma judicial

La reforma judicial que López Obrador envió al Congreso, cobró fuerza a raíz de que los Morenistas ganaran la mayoría de las diputaciones, empoderándose de tal manera, que anunciaron que a la reforma no se le moverá ni una coma y que pasará tal cuál lo mandata el “Tlatoani“. La aludida reforma no es tan popular porque sea buena, de aprobarse caeremos en el grave peligro de que los ministros, magistrados y jueces sean electos mediante votación del “ pueblo sabio y bueno “ de ésta forma tendremos a los jueces más populares y no los más capacitados, como ha expuesto la propia ministra Piña.

Quienes conocemos el teje y maneje de los procedimientos judiciales, sabemos la importancia de que los juzgadores estén preparados y capacitados debidamente, que conozcan las leyes, la Jurisprudencia y los Tratados Internacionales, no basta solamente el ser egresados de la Licenciatura en Derecho como sostiene AMLO; \u0009La mayoría de los ministros, magistrados y jueces han llegado a dichos cargos, siendo primero ministros ejecutores, secretarios de acuerdos o secretarios proyectistas y pasando por exámenes de conocimientos y de oposición, es decir, tienen carrera judicial, esto es la regla general salvo algunas excepciones, como pasa en todas partes, que hay nombramientos “por recomendación”, uno de las más recientes fue la imposición de López Obrador para que Lenia Batres fuera ministra de la Corte, que a decir verdad da pena ajena, por la evidente ignorancia e inexperiencia cada vez que da su opinión.

Varios analistas coinciden que la reforma judicial de AMLO surgió como reacción a la postura de la Titular de la SCJN a quien el Presidente no tolera, ya que no se le ha subordinado, y no tiene porque hacerlo, es la titular de uno de los tres poderes, y la Carta Magna refiere que los tres poderes de la Unión son independientes entre sí, y deben estar en armonía para el buen funcionamiento del Estado de Derecho. La animadversión de López Obrador contra Norma Piña se agudizó a partir de una ceremonia de conmemoración de la Carta Magna, ya que la ministra no se puso de pie en el momento en que fue presentado el Ejecutivo Federal, cuándo todos los presentes lo hicieron con excepción de la Jurista.

Los argumentos de AMLO para la justificación de la reforma judicial es su cantareta de siempre, “ que hay mucha corrupción”, de ser así, que evidencie a los corruptos y los metan a la cárcel, como deben ser, pero que no se obsesione en descomponer al poder Judicial, que ha tardado décadas en mejorar y el cuál sigue teniendo fallas que hay que corregir, como pasa también en el Ejecutivo y Legislativo

En México de acuerdo a los datos de la Corte, solo tenemos 4 jueces por cada 100 mil habitantes, muy por debajo del estándar internacional de 65. Dado lo anterior, es urgente que al Poder Judicial se le etiqueten mayores recursos económicos para que pueda resolver a tiempo los miles de casos acumulados y los que están por venir. Solo incrementando el número de juzgadores capacitados y eficientes, se combatirá la impunidad, que es la gran aliada de la corrupción que se ha incrementado en el país.


Abogada. Fundadora y presidenta de Mujeres Emprendedoras en Política, Acción Social y Cultural A. C. Integrante de la AECH.

soledadlimas@hotmail.com


La reforma judicial que López Obrador envió al Congreso, cobró fuerza a raíz de que los Morenistas ganaran la mayoría de las diputaciones, empoderándose de tal manera, que anunciaron que a la reforma no se le moverá ni una coma y que pasará tal cuál lo mandata el “Tlatoani“. La aludida reforma no es tan popular porque sea buena, de aprobarse caeremos en el grave peligro de que los ministros, magistrados y jueces sean electos mediante votación del “ pueblo sabio y bueno “ de ésta forma tendremos a los jueces más populares y no los más capacitados, como ha expuesto la propia ministra Piña.

Quienes conocemos el teje y maneje de los procedimientos judiciales, sabemos la importancia de que los juzgadores estén preparados y capacitados debidamente, que conozcan las leyes, la Jurisprudencia y los Tratados Internacionales, no basta solamente el ser egresados de la Licenciatura en Derecho como sostiene AMLO; \u0009La mayoría de los ministros, magistrados y jueces han llegado a dichos cargos, siendo primero ministros ejecutores, secretarios de acuerdos o secretarios proyectistas y pasando por exámenes de conocimientos y de oposición, es decir, tienen carrera judicial, esto es la regla general salvo algunas excepciones, como pasa en todas partes, que hay nombramientos “por recomendación”, uno de las más recientes fue la imposición de López Obrador para que Lenia Batres fuera ministra de la Corte, que a decir verdad da pena ajena, por la evidente ignorancia e inexperiencia cada vez que da su opinión.

Varios analistas coinciden que la reforma judicial de AMLO surgió como reacción a la postura de la Titular de la SCJN a quien el Presidente no tolera, ya que no se le ha subordinado, y no tiene porque hacerlo, es la titular de uno de los tres poderes, y la Carta Magna refiere que los tres poderes de la Unión son independientes entre sí, y deben estar en armonía para el buen funcionamiento del Estado de Derecho. La animadversión de López Obrador contra Norma Piña se agudizó a partir de una ceremonia de conmemoración de la Carta Magna, ya que la ministra no se puso de pie en el momento en que fue presentado el Ejecutivo Federal, cuándo todos los presentes lo hicieron con excepción de la Jurista.

Los argumentos de AMLO para la justificación de la reforma judicial es su cantareta de siempre, “ que hay mucha corrupción”, de ser así, que evidencie a los corruptos y los metan a la cárcel, como deben ser, pero que no se obsesione en descomponer al poder Judicial, que ha tardado décadas en mejorar y el cuál sigue teniendo fallas que hay que corregir, como pasa también en el Ejecutivo y Legislativo

En México de acuerdo a los datos de la Corte, solo tenemos 4 jueces por cada 100 mil habitantes, muy por debajo del estándar internacional de 65. Dado lo anterior, es urgente que al Poder Judicial se le etiqueten mayores recursos económicos para que pueda resolver a tiempo los miles de casos acumulados y los que están por venir. Solo incrementando el número de juzgadores capacitados y eficientes, se combatirá la impunidad, que es la gran aliada de la corrupción que se ha incrementado en el país.


Abogada. Fundadora y presidenta de Mujeres Emprendedoras en Política, Acción Social y Cultural A. C. Integrante de la AECH.

soledadlimas@hotmail.com