/ lunes 26 de agosto de 2024

El problema no es la sobrerrepresentación. Son los malos representantes opositores

Pareciera que el golpe de realidad que vivieron el 2 de junio todas las personas que se consideran opositoras al gobierno de Morena no fue entendido. Esto lo puedo decir ya que los representantes de este sector de la sociedad no están haciendo nada para realmente cambiar. Por un lado, tenemos al PRI, que acaba de reelegir a Alito Moreno como su dirigente por un largo periodo más, en otras palabras, decidió ratificar y prolongar su principal cáncer. Del lado del PAN es lo mismo pero más maquillado. Como premio a la administración de Marko Cortés, van a ratificar a quien él ha ungido: Jorge Romero. En ambas situaciones, es muy claro que lo que menos se pretende es cambiar.


Esos partidos están destinados al fracaso con las decisiones que están tomando, pero el problema nos lo están dejando a la ciudadanía, que está en la indefensión total. Comento lo anterior porque no hay quien represente un contrapeso en los debates, tan importantes en este momento, ya que carecen de liderazgo y legitimidad. ¿Con qué cara van a defender un sistema de justicia que ellos mismos corrompieron? ¿Con qué argumentos van a decir que el sistema de justicia actual funciona si son ellos quienes trafican influencias?


Para nadie, absolutamente nadie, es positivo que exista un gobierno sin contrapesos. Ni siquiera para los mismos morenistas, porque un poder absoluto es más fácil de corromperse y perder su fin. El contrapeso siempre va a ayudar a que los gobernantes no pierdan tanto el piso y les obligue a dar sus razones y argumentos ante cualquier decisión tomada.


Aquí quiero preguntar a los panistas, priistas, frentistas, etc.: ¿Creen que seguir las actuales líneas del partido es la vía correcta para rectificar el camino y recuperar votos? ¿De verdad creen que están corrigiendo el rumbo al poner a Alito y a Jorge Romero? ¿Están de acuerdo en que al darles su voto de militante están diciendo tácitamente que las cosas van bien y deben permanecer de esa manera? Luego le quieren echar la culpa a Morena de todos los males de este país, cuando ni siquiera tienen la dignidad de hacer algo diferente para mejorarlo.


Este fin de semana se debatieron temas muy importantes para México: la sobrerrepresentación, la desaparición de los órganos autónomos y la reforma al poder judicial. ¿Quién salió a defender la postura en contra? Nadie de prestigio, porque ya no hay figuras así en las cúpulas de esos partidos.


El problema no es la sobrerrepresentación, sino los malos representantes que se tendrán para hacer contrapeso al gobierno entrante. Un buen legislador puede hacer temblar cualquier imposición. No es la cantidad, sino la calidad. Pero ahora estamos todos tan decepcionados del sistema político que ya mejor nadie quiere hacer nada.


Solo queda dar el voto de confianza a Morena para que haga las cosas bien. Han hecho muchas cosas buenas que, con una buena oposición y debate, podrían haber sido aún mejores.


Pareciera que el golpe de realidad que vivieron el 2 de junio todas las personas que se consideran opositoras al gobierno de Morena no fue entendido. Esto lo puedo decir ya que los representantes de este sector de la sociedad no están haciendo nada para realmente cambiar. Por un lado, tenemos al PRI, que acaba de reelegir a Alito Moreno como su dirigente por un largo periodo más, en otras palabras, decidió ratificar y prolongar su principal cáncer. Del lado del PAN es lo mismo pero más maquillado. Como premio a la administración de Marko Cortés, van a ratificar a quien él ha ungido: Jorge Romero. En ambas situaciones, es muy claro que lo que menos se pretende es cambiar.


Esos partidos están destinados al fracaso con las decisiones que están tomando, pero el problema nos lo están dejando a la ciudadanía, que está en la indefensión total. Comento lo anterior porque no hay quien represente un contrapeso en los debates, tan importantes en este momento, ya que carecen de liderazgo y legitimidad. ¿Con qué cara van a defender un sistema de justicia que ellos mismos corrompieron? ¿Con qué argumentos van a decir que el sistema de justicia actual funciona si son ellos quienes trafican influencias?


Para nadie, absolutamente nadie, es positivo que exista un gobierno sin contrapesos. Ni siquiera para los mismos morenistas, porque un poder absoluto es más fácil de corromperse y perder su fin. El contrapeso siempre va a ayudar a que los gobernantes no pierdan tanto el piso y les obligue a dar sus razones y argumentos ante cualquier decisión tomada.


Aquí quiero preguntar a los panistas, priistas, frentistas, etc.: ¿Creen que seguir las actuales líneas del partido es la vía correcta para rectificar el camino y recuperar votos? ¿De verdad creen que están corrigiendo el rumbo al poner a Alito y a Jorge Romero? ¿Están de acuerdo en que al darles su voto de militante están diciendo tácitamente que las cosas van bien y deben permanecer de esa manera? Luego le quieren echar la culpa a Morena de todos los males de este país, cuando ni siquiera tienen la dignidad de hacer algo diferente para mejorarlo.


Este fin de semana se debatieron temas muy importantes para México: la sobrerrepresentación, la desaparición de los órganos autónomos y la reforma al poder judicial. ¿Quién salió a defender la postura en contra? Nadie de prestigio, porque ya no hay figuras así en las cúpulas de esos partidos.


El problema no es la sobrerrepresentación, sino los malos representantes que se tendrán para hacer contrapeso al gobierno entrante. Un buen legislador puede hacer temblar cualquier imposición. No es la cantidad, sino la calidad. Pero ahora estamos todos tan decepcionados del sistema político que ya mejor nadie quiere hacer nada.


Solo queda dar el voto de confianza a Morena para que haga las cosas bien. Han hecho muchas cosas buenas que, con una buena oposición y debate, podrían haber sido aún mejores.