/ miércoles 23 de octubre de 2024

El profetizar de manuelita e Ismael

Este 22 de octubre se cumplieron 12 años del sacrificio del matrimonio de Manuelita Solís e Ismael Solorio, del ejido Benito Juárez, Buenaventura. Fueron asesinados en el corredor comercial de Cuauhtémoc. No fue un homicidio doloso como los dieciocho mil que hubo en Chihuahua durante el infausto sexenio de los calderones, los garcias luna y los duartes.

Fue un crimen claramente vinculado al activismo social y ambiental de este matrimonio. A la defensa del territorio y del agua. Ellos, cada quien a su manera, participaron en dos luchas pioneras en Chihuahua y en México; la defensa del agua de la cuenca del Río del Carmen, cuyo punto culminante fue el movimiento del verano de 2012 y la oposición del ejido al establecimiento de la minera Mag Silver en los terrenos de uso común.

La acción profética en la Biblia siempre tiene dos funciones: la denuncia pública de la injusticia en el aquí y ahora. Y el anuncio de los tiempos que vendrán. El actuar de Manuelita e Ismael, siempre dentro del colectivo de su ejido y del movimiento que construyeron, encarnó estás dos funciones proféticas:

Por un lado, la denuncia de la injusticia, manifestada en la apropiación ilegal por parte de unos cuantos de las aguas del Río del Carmen, de las extracciones ilegales, de la perforación de pozos sin concesión alguna que merman su caudal

También la denuncia del extractivismo demencial de las compañías mineras. De la ambición de estas por minerales estratégicos en minas a tajo abierto sin importar la afectación de cuencas hidrológicas, la contaminación de suelos y aguas…Las acciones por dividir a las comunidades que se oponen comprando a los menos y amedrentando a los más,

El otro aspecto de la acción profética ha sido advertir de lo que va a suceder si no se impide o se combate la injusticia de lo que se denuncia. En este sentido la crisis hídrica, el cambio climático que vivimos ahora son parte de las profecías cumplidas por luchadores ambientales como Manuelita e Ismael: sequías más frecuentes y severas inducidas por la deforestación, los desmontes sin límite, la sobreexplotación de los acuíferos. El incremento de la temperatura global favorecido por la minería a cielo abierto, la desertificación, el sobre pastoreo

No es que los profetas como Ismael y Manuelita se regodeen en anunciar futuros sombríos, Simplemente anuncian las consecuencias que lógicamente sobrevienen cuando no se destierra la injusticia con todo lo que implica el verbo desterrar -sacar de la tierra- y no se cuida a nuestra Casa Común.

Por todo esto la conmemoración del sacrificio de luchadores por nuestra madre tierra como Ismael y Me abuelita no debe ser sólo una memoria de gestas y duelos del pasado. Debe ser antes que nada una memoria viva, orientada a la acción. Un recoger amoroso y comprometido de la estafeta profética que ellos nos han pasado un compromiso cotidiano en denunciar la injusticia con nuestro planeta y la comunidad de seres vivos que lo habitamos y un movimiento incansable por hacer posible una nueva tierra.