La virtual presidenta electa de México, la Dra. Claudia Sheimbaum Prado, asumirá el cargo del poder ejecutivo a nivel federal el próximo primero de octubre del presente año, y una de los grandes cuestionamientos será como llevará a cabo la política económica para el país durante el próximo sexenio. Después de tanto ajetreo, conteo de votos, impugnaciones y nombramientos, se cumple un mes de los comicios electorales del 2 de junio, dónde Claudia logró un total de 59.75% por ciento de todos los sufragios emitidos por la ciudadanía. La semana pasada la virtual presidenta de México presentó a los once primeros integrantes de su gabinete que arrancará el próximo sexenio, el primero de ellos fue Marcelo Ebrard Casaubón como el nuevo Secretario de Economía, anteriormente fungió como Secretario de Relaciones Exteriores en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El nombramiento del ex canciller, Marcelo Ebrard, ha sido bien recibido por los mercados internacionales, una decisión correcta por parte Claudia Sheimbaum. En primer lugar porque se trata de un hecho para calmar a los mercados, a los empresarios e inversionistas, debido a la incertidumbre que existe por la serie de reformas constitucionales que el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador buscará concretar en la próxima legislatura, donde el partido oficial cuenta con la mayoría calificada que se requiere para aprobar cambios en la Constitución. En segundo lugar, fue una decisión política inteligente y pragmática, dado a la rivalidad con Ebrard en las encuestas internas de Morena para la presidencia, lo eligió al frente de una de las secretarías más importantes dentro del gabinete, para así tener más control y cuidar las relaciones con la iniciativa privada y los principales socios comerciales de México.
Por último unas de las cuestiones más importantes de su nombramiento es su perfil técnico y político, en su amplía trayectoria ha sido Diputado Federal (1997 a 2000), Jefe de Gobierno del Distrito Federal (2006 a 2012), Secretario de Relaciones Exteriores al iniciar el gobierno de López Obrador, donde fue una pieza clave, ya que se convirtió en la cara de México en foros internacionales y representando a nuestro país en las negociaciones con Estados Unidos. En consecuencia este nombramiento responde a las necesidades de la renovación del Tratado de Libre Comercio y el crecimiento de México como socio principal de Estados Unidos de América. En lo personal me parece un nombramiento acertado por la virtual presidenta electa, debido a que la Secretaría de Economía es una de las áreas más importantes para nuestro país y tras un mes de bastante incertidumbre por el aplastante triunfo de Morena en las elecciones que acaban de acontecer, y el anuncio de las reformas al poder judicial, es un mensaje positivo y de calma para la iniciativa privada, los mercados internacionales y la oposición, el nombramiento de un perfil técnico y más centrado políticamente y no una figura ideológica.
Abogado. Especialista en Derecho Mercantil. Empresario
maucorona10@gmail.com