La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (UNESCO) está realizando esfuerzos concretos en esta tercera década del nuevo milenio para mejorar la gestión del agua en el mundo y subrayar la importancia de ello en la toma de decisiones para un mejor futuro.
En este valioso documento, que usted puede descargar en la liga https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000378890 se habla sobre el estado actual de los recursos hídricos y pone de relieve la necesidad de mejorar su gestión. Por su valioso contenido transcribo algunos pasajes de este documento.
“Reconocer, medir y expresar el valor del agua, e incorporarlo a la toma de decisiones es fundamental para lograr una gestión sostenible y equitativa de los recursos hídricos y para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda para el Desarrollo Sostenible de 2030 de las Naciones Unidas. Quienes controlan la forma en que se valora el agua controlan cómo se utiliza. Los valores son un aspecto central del poder y la equidad en la gobernanza de los recursos hídricos. La inhabilidad para valorar el agua de forma integral, en todos sus distintos usos, es considerada una causa originaria, o un síntoma, de la negligencia política la mala gestión del agua”.
Como lo he venido expresando en mis anteriores colaboraciones, donde falta agua, ya sea en Monterrey que se quedaron literalmente sin agua para beber, o en el sureste mexicano que la cobertura de agua potable, alcantarillado y saneamiento está muy por debajo de los porcentajes necesarios para una vida digna, es porque hubo o hay una mala gestión; que no tiene nada que ver con volumen de agua disponible, ya sea subterránea o superficial, ni con presupuesto , sino con una serie de factores interconectados que inician con voluntad política para hacer que las cosas sucedan y con personas preparadas en el tema hídrico e hidrológico. Proseguimos con el documento mencionado.
“Existen diferencias en la forma de valorar el agua entre los grupos de partes interesadas, y al mismo tiempo dentro de los mismos grupos. Dichas perspectivas divergentes sobre el valor del agua y la mejor manera de calcularlo y expresarlo, junto con el conocimiento limitado del recurso real, presentan un panorama desafiante para una rápida mejoría del valor del agua. A manera de ejemplo, resulta infructuoso tratar de comparar cuantitativamente el valor del agua para uso doméstico, el derecho humano al agua, las creencias consuetudinarias o religiosas, y el valor de mantener los flujos para preservar la biodiversidad”.
El derecho universal al agua, establece en nuestra Constitución que debe ser accesible (en la casa y no menos de 100 litros por persona por día), pero también asequible, que se pague y pueda pagarse dicho servicio (no más del 3% del ingreso de un hogar promedio). Seguiremos comentando este valioso documento de alcance mundial. Que hayan pasado ustedes una muy feliz Navidad en compañía de sus seres queridos.