La nueva realidad política de Chihuahua, y de México, nos obliga a trabajar de la mano empresarios, políticos, y ciudadanos, para tener mejores condiciones de vida y una convivencia sana.
Si bien las elecciones de este año generaron diversos puntos de vista, preferencias y emociones, hoy, que ya pasó el proceso electoral, debemos tener una postura de colaboración, dejando de lado la polarización.
Y es que hay partidos políticos que entraron en un proceso de introspección y recapitulación de los resultados de los comicios electorales, que favorecieron al partido en el poder de manera estrepitosa, y denotan crisis que ha derivado en reyertas y descalificaciones entre sus diferentes corrientes internas que no abonan al crecimiento sano de sus propios institutos.
La nueva configuración política de México llevó a algunos gobernantes, de oposición, a comenzar una confrontación y persecución política, más que de conciliación y acuerdo entre niveles de gobierno; esto porque de alguna manera hay diferencias y posturas encontradas ganadores y perdedores tras los resultados del pasado 2 de junio.
Pero estas confrontaciones terminan afectando los intereses de la población; por ello considero necesario dar la vuelta a la página y ponernos a trabajar independientemente de las filias partidistas o preferencias políticas.
Esto no significa aceptar y avalar políticas públicas contrarias al bienestar social, pero más que señalar errores, debemos poner sobre la mesa iniciativas y propuestas positivas e inclusivas, que deriven en consensos respecto de los principales temas que ameritan una solución en favor de todos los mexicanos.
Hay casos en los que algunos exgobernantes están sujetos a procesos judiciales derivados de su actuar cuando desempeñaron sus encargos, y éstos deben dirimirse en los tribunales, como en cualquier caso ciudadano, mas no de forma pública, puesto que no abonan a la paz y la armonía necesaria para la sociedad.
Los chihuahuenses podemos poner el ejemplo y dejar fuera el revanchismo y la venganza política que tanto han desgastado el quehacer público, y que han generado hartazgo y desánimo, o decepción, en los ciudadanos respecto de sus gobernantes.
Debemos trabajar unidos con cualquier persona quien ostente cargos de elección popular proveniente de cualquier partido, sumando esfuerzos, obviamente discutiendo los temas en los que tengamos puntos de vista diferentes, pero llegar a acuerdos por el bien de todos.
Trabajando de forma colaborativa, debemos también promover y fortalecer la autonomía de poderes, por lo que uno de los principales temas en los que podemos demostrar la civilidad política será la reforma al Poder Judicial federal que promueve el Ejecutivo federal, pues se avizora un posible quebrantamiento de la independencia entre las diversas instancias del poder en México.
Los diferentes ejercicios democráticos en México nos han dejado importantes aprendizajes, y hoy estamos en un punto crucial en el que tenemos que sobreponer los intereses de todos, ante los de una sola causa o grupos de poder; la democracia evoluciona, la civilidad política debe hacerlo también; el llamado es a no quedarnos en el pasado, sino adaptarnos a los nuevos tiempos, con una visión de largo plazo, que sea colaborativa e inclusiva. ¡Hasta pronto!
Licenciado en Administración de Empresas. Presidente del Consejo Coordinador Empresarial.