Mucho se dice que la fortaleza del peso radica en las altas tasas de interés, el superávit de exportaciones, las remesas, el buen manejo de la política monetaria del Banco de México y, hasta antes de las elecciones presidenciales, la estabilidad de la política económica del Gobierno Federal.
Poco se menciona de los factores externos relacionados con el uso de la moneda fuera de México, que no tienen que ver con lo que sucede en el país más allá del tipo de cambio. Según datos del Banco de Pagos Internacionales (BIS), el peso mexicano es una de las 15 monedas más negociadas en el mundo, representando cerca del 2% del volumen total de operaciones diarias en el mercado de divisas. Un artículo en Forbes menciona que se estima que entre el 20% y el 40% de estas transacciones podrían estar relacionadas con operaciones especulativas y de cobertura realizadas fuera de México.
Los Fondos Cotizados en Bolsa, o ETFs por sus siglas en inglés, basados en pesos mexicanos que se negocian en bolsas internacionales pueden constituir otro pequeño porcentaje del total de operaciones en pesos. Estas operaciones podrían representar entre el 5% y el 15% del volumen total de transacciones en pesos. Un ejemplo de estos instrumentos es el Finamex México International Sovereign Bond 5-10yr UCITS ETF (MEXS). Este ETF fue lanzado en marzo de 2022 en la Bolsa de Londres (LSE) y está diseñado para ofrecer exposición a los bonos soberanos emitidos por el gobierno mexicano en mercados internacionales. El gobierno mexicano emite bonos denominados en pesos en los mercados internacionales, conocidos como 'BONOS M'. Empresas y gobiernos también han emitido bonos denominados en pesos en mercados internacionales para poder acceder a financiamiento.
Otras operaciones que son frecuentes son los contratos de derivados y coberturas, cuyo propósito es que las empresas e inversionistas se cubran frente a las fluctuaciones en el tipo de cambio del peso, independientemente de si tienen operaciones directas en México.
En el mundo de la especulación, los inversionistas toman prestado dinero en monedas que tienen tasas de interés bajas e invierten en instrumentos de deuda del peso, los cuales no necesariamente tienen una relación directa con la economía mexicana.
También existen cuentas bancarias y tarjetas de crédito basadas en pesos emitidas en el extranjero, tales como HSBC Global Wallet, que ofrece una tarjeta vinculada a cuentas en múltiples divisas, permitiendo pagar directamente en pesos mexicanos sin cargos por conversión de moneda. Wise ofrece una tarjeta de débito que permite mantener saldos en múltiples divisas, incluyendo pesos mexicanos. Algunos bancos offshore en jurisdicciones como las Islas Caimán o las Bahamas permiten a los clientes abrir cuentas en pesos mexicanos. PayPal permite a los usuarios tener saldos en varias divisas, incluyendo pesos mexicanos, y asociar tarjetas internacionales que operan en pesos. Aunque algunas de estas tarjetas no están necesariamente basadas en pesos, ofrecen la oportunidad al usuario de operar en base a la moneda mexicana.
Tomando en consideración todos los elementos mencionados anteriormente, se estima que entre un 30% y un 50% de las operaciones en pesos se realizan fuera de México y no están directamente relacionadas con la economía mexicana. Ahora que México está entrando en una etapa de incertidumbre política, la percepción de riesgo podría aumentar, reduciendo las operaciones externas y, como resultado, haciendo más vulnerable al peso mexicano.
