/ domingo 18 de agosto de 2024

Falta de reconocimiento a productores de madera de bosques certificados

Lograr la certificación en manejo forestal responsable, implica un gran esfuerzo para aquellos productores forestales que han tomado la decisión de certificar que el aprovechamiento de sus bosques se realiza cumpliendo cabalmente con los estándares que utilizan los organismos certificadores. Sin embargo, el mercado de la madera en México aún no les ha dado el suficiente reconocimiento.

Los bosques certificados son aprovechados de forma tal que no se afecte su capacidad productiva natural y se realizan además las acciones necesarias para su protección, restauración y conservación. En el proceso de certificación, se evalúan igualmente otros componentes de tipo social y económico para verificar que los beneficios generados por el aprovechamiento, se distribuyan de forma equitativa y justa a todos los integrantes de la comunidad. La certificación forestal es un mecanismo muy valioso con el cual se puede lograr, además del aprovechamiento sustentable, la conservación de los bosques, y con ello la provisión de los valiosos servicios ambientales que éstos brindan.

La Comisión Nacional Forestal otorga apoyos económicos para cubrir los costos iniciales de la certificación y adicionalmente da mayor prioridad en las solicitudes de apoyo de los diferentes programas que opera, a los propietarios de bosques certificados. Sin embargo, para los productores forestales, lograr la certificación implica un gran trabajo de organización interna, de concientización y de aprendizaje acerca de todo lo que este proceso implica. Realizar los cambios necesarios, tanto en sus procesos productivos, como en el cuidado y la protección de sus bosques para dar cumplimiento a las condicionantes que les establecen los organismos certificadores, requiere además de inversiones adicionales que deben hacer con sus propios recursos.

Sin embargo, aún falta mucho por hacer en el reconocimiento y la preferencia de compra para sus productos por parte del mercado consumidor de la madera; incluso del propio gobierno, en sus compras o en obras públicas. Algunas áreas de oportunidad se pueden presentar en sectores de alto consumo de madera aserrada, como por ejemplo la industria maquiladora, la de fabricación de materiales de construcción (cemento, ladrillo, pisos, etc) o la de empaque de productos diversos (agrícolas, cadenas comerciales, etc.). Este tipo de organizaciones o industrias, utilizan volúmenes muy importantes y constantes de tarimas de madera.

Para las empresas, implementar una política de uso de tarimas fabricadas con madera certificada, daría un importante impulso a su imagen de contribución a la protección del medioambiente, la reducción de su huella de carbono y mayor solidez a sus propias certificaciones actuales, ya sea en el sistema ESG o en ISO 14001; con ello, estarían además contribuyendo a incrementar la superficie de bosques certificados, con todos los beneficios ambientales que esto traería.

Los productores forestales ya están haciendo su parte; en el estado de Chihuahua se tienen 26 ejidos certificados que cubren una importante superficie de 982,260 hectáreas; quizá solo haga falta mayor información y acercamiento entre estos proveedores y empresas usuarias de la madera. Organismos como INDEX o Chihuahua Green, podrían muy bien facilitar esta comunicación.

Algunos de los productores certificados señalan claramente en sus mensajes de promoción comercial lo siguiente: “Los esfuerzos que realizan los dueños de los bosques para certificarse son ENORMES, ¡correspondamos a este gran compromiso como consumidores, eligiendo productos certificados FSC!”. Ahí está el reto para las empresas que deseen unirse a este esfuerzo.

oestradam81@hotmail.com


Ingeniero Agrónomo. Consultor forestal

oestradam81@hotmail.com

Lograr la certificación en manejo forestal responsable, implica un gran esfuerzo para aquellos productores forestales que han tomado la decisión de certificar que el aprovechamiento de sus bosques se realiza cumpliendo cabalmente con los estándares que utilizan los organismos certificadores. Sin embargo, el mercado de la madera en México aún no les ha dado el suficiente reconocimiento.

Los bosques certificados son aprovechados de forma tal que no se afecte su capacidad productiva natural y se realizan además las acciones necesarias para su protección, restauración y conservación. En el proceso de certificación, se evalúan igualmente otros componentes de tipo social y económico para verificar que los beneficios generados por el aprovechamiento, se distribuyan de forma equitativa y justa a todos los integrantes de la comunidad. La certificación forestal es un mecanismo muy valioso con el cual se puede lograr, además del aprovechamiento sustentable, la conservación de los bosques, y con ello la provisión de los valiosos servicios ambientales que éstos brindan.

La Comisión Nacional Forestal otorga apoyos económicos para cubrir los costos iniciales de la certificación y adicionalmente da mayor prioridad en las solicitudes de apoyo de los diferentes programas que opera, a los propietarios de bosques certificados. Sin embargo, para los productores forestales, lograr la certificación implica un gran trabajo de organización interna, de concientización y de aprendizaje acerca de todo lo que este proceso implica. Realizar los cambios necesarios, tanto en sus procesos productivos, como en el cuidado y la protección de sus bosques para dar cumplimiento a las condicionantes que les establecen los organismos certificadores, requiere además de inversiones adicionales que deben hacer con sus propios recursos.

Sin embargo, aún falta mucho por hacer en el reconocimiento y la preferencia de compra para sus productos por parte del mercado consumidor de la madera; incluso del propio gobierno, en sus compras o en obras públicas. Algunas áreas de oportunidad se pueden presentar en sectores de alto consumo de madera aserrada, como por ejemplo la industria maquiladora, la de fabricación de materiales de construcción (cemento, ladrillo, pisos, etc) o la de empaque de productos diversos (agrícolas, cadenas comerciales, etc.). Este tipo de organizaciones o industrias, utilizan volúmenes muy importantes y constantes de tarimas de madera.

Para las empresas, implementar una política de uso de tarimas fabricadas con madera certificada, daría un importante impulso a su imagen de contribución a la protección del medioambiente, la reducción de su huella de carbono y mayor solidez a sus propias certificaciones actuales, ya sea en el sistema ESG o en ISO 14001; con ello, estarían además contribuyendo a incrementar la superficie de bosques certificados, con todos los beneficios ambientales que esto traería.

Los productores forestales ya están haciendo su parte; en el estado de Chihuahua se tienen 26 ejidos certificados que cubren una importante superficie de 982,260 hectáreas; quizá solo haga falta mayor información y acercamiento entre estos proveedores y empresas usuarias de la madera. Organismos como INDEX o Chihuahua Green, podrían muy bien facilitar esta comunicación.

Algunos de los productores certificados señalan claramente en sus mensajes de promoción comercial lo siguiente: “Los esfuerzos que realizan los dueños de los bosques para certificarse son ENORMES, ¡correspondamos a este gran compromiso como consumidores, eligiendo productos certificados FSC!”. Ahí está el reto para las empresas que deseen unirse a este esfuerzo.

oestradam81@hotmail.com


Ingeniero Agrónomo. Consultor forestal

oestradam81@hotmail.com