/ miércoles 10 de julio de 2019

Feminicidios, lastre de nuestra frontera

En México, cada 160 segundos se comete un feminicidio. La gravedad es tal que existen más de 300 solicitudes de alerta de género en 17 estados, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Gobernación, lo que demuestra que no se sabe qué hacer con este tema o las autoridades son incapaces de poder contenerlo.

Hablar de feminicidios no es, lamentablemente, algo ajeno al estado de Chihuahua y por supuesto, a Ciudad Juárez, que ha cargado con el estigma de ser una zona donde las mujeres no pueden sentirse seguras.

Con el paso de los años, el foco del problema se ha situado en otros lugares de nuestro país, como el Estado de México, sin que esto sea una buena noticia realmente, pues estamos hablando de que este tipo de crímenes siguen ocurriendo. Que geográficamente no nos sea cercano no quiere decir que esto sea motivo de tranquilidad, sobre todo porque es un delito que brota de nuevo.

La ferocidad de este tipo de crímenes deja una marca tan fuerte que pareciera que se niegan a ser erradicados, en una sociedad en la que cultural y tradicionalmente, el maltrato a la mujer se ha vivido, incluso, como algo cotidiano. Quizá eso sea parte de que de nueva cuenta, la hermosa y lastimada Ciudad Juárez ocupe el primer puesto en materia de feminicidios, según el reporte de Incidencia Delictiva del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Hay especialistas que afirman que se trata del regreso de un tipo de crimen que no queremos que sea latente. Sin embargo, activistas en la materia afirman que en realidad en fenómeno no ha desaparecido, pero ha tratado de ser matizado, ignorado y lo que es peor, ocultado entre casos de homicidios simples, muchas veces sin castigo.

Hace falta orden social, y cero impunidad. No se puede quitar el dedo del renglón. Hablamos de cifras, sí, pero no de números… se trata de personas, de mujeres, de historias finalizadas antes de tiempo.


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