Fintech es un concepto que se ha puesto de moda, ya que ha tenido un auge reciente. Fintech es la utilización de tecnología para brindar servicios financieros. La palabra en sí está compuesta de las palabras finanzas y tecnología.
Fintech puede estar presente en prácticamente todos los servicios financieros, tales como medios de pago, transferencias, gestión de créditos, finanzas personales, finanzas empresariales, Mercados financieros, recaudación de fondos, seguros, criptomonedas, blockchain, y bancos totalmente digitales.
Fintech tiene sus orígenes en el periodo de 1887-1967, cuando se utilizó el telégrafo para enviar información financiera mediante el uso del código morse. Ya en los 50 llegaron las tarjetas de crédito, donde Dinner´s Club presentó este novedoso concepto en 1950, seguido de American Express en 1958.
El siguiente periodo de Fintech se da en el periodo de 1967-2008 cuando inició NASDAQ como la primera bolsa de valores digital del mundo. En 1973 se dio inicio a SWIFT, que es el protocolo más utilizado hasta la fecha para pagos transfronterizos. Ya en los 80 se dio el inicio de las computadoras centrales en los bancos y se introdujo la banca en línea. También inician los esquemas financieros digitales con el lanzamiento de paypal.
El periodo actual ha tenido un desarrollo muy importante por el uso común de los teléfonos celulares, el lanzamiento de las criptomonedas, normalización de las compras en línea, bancos digitales y esquemas más ágiles de transferencia de fondos.
Uno de los grandes retos del Fintech es la legislación. En el caso de México sólo están reguladas las Instituciones de Financiamiento Colectivo (IFC) y las Instituciones de Fondo de Pago Electrónico (IFPE). Las Instituciones de Financiamiento Colectivo son las que se denominan Crowdfunding, que son las campañas de recolección de recursos económicos para fondear proyectos. Las Instituciones de Fondo de Pago Electrónico son los denominados monederos electrónicos, que reciben fondos de tarjetas, SPEI o terminales y pueden ofrecer tarjetas de débito físicas o virtuales.
Los esquemas que no estén dentro de estas dos categorías están considerados como modelos novedosos y requieren de una autorización que se otorga de manera temporal. En México el uso de criptomonedas no está permitido a las instituciones financieras. Para el resto se pueden registrar bajo el esquema de operaciones vulnerables ante el SAT y reportar a la Unidad de Inteligencia Financiera las transacciones para efectos antilavado. Es probable que conforme se normalice el uso de las criptomonedas, la legislación irá evolucionando.
Grandes retos se esperan para la sociedad y autoridades donde se tendrá que buscar el balance entre la modernización y la protección de los usuarios. El permitir el uso de la tecnología en los servicios financieros sin la supervisión apropiada podría fomentar el crecimiento de delitos al facilitar el flujo de los recursos financieros, el lavado de dinero y el anonimato.
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