Por: Francisco Javier Pizarro Chávez
La política educativa es históricamente metas primordiales diversas para asegurar, orientar o modificar la vida cultural de una nación. En nuestra patria se han estructurado episodios históricos diversos en consonancia con sus formas de vida, desde la naturalista y comunitaria de la época aborigen; la escolástica, dogmática, confesional y privilegiada, en la época colonial; La laica, gratuita y obligatoria, a partir de las Leyes de Reforma (1833-59).
Así surge el proceso educativo en una época y en un lugar determinado. La naturalista y comunitaria conformada por los mexicas. La fuente principal de ellos fue la costumbre y organización de los indígenas, con el fin de establecer su condición de vida.
Evidentemente, todo se regía en función del cultivo de la tierra, a partir del calpulli autónomo que promocionaba la propiedad colectiva de los indígenas. El “sistema educativo” mexica estaba relacionado con su hogar, donde se desarrollaba la educación desde el nacimiento hasta los cinco años; la educación básica de los cinco a los diez años (Peuhcalli); la enseñanza media de los diez a los quince años (Calmécac) y la “profesional” de los 15 a los 20 años (Telpochcalli).
Le educación en el hogar imprimía a los niños su conducta, el respeto y obediencia de los mayores, su salud, lenguaje. La formación básica del Peuhcalli, se orientaba a que tuvieran el conocimiento de la tierra y el agua y de los animales domésticos, y silvestres. El ejercicio de la Telpochcalli abarcaba el estudio de diversas ramas, desde la “aritmética”, la “astronomía”, la “biología” y las estrategias y operaciones “militares”.
Además de esos ejercicios, se promovía el arte de la danza, música, canto, de la escritura (tlacuilo); y el Mixcocalli, lugar donde se recreaban los indígenas mayores que realizaban un intenso trabajo día tras día.
Se refería que ellos cultivaban los jardines botánicos y zoológicos; la salud de los enfermos e incluso los observatorios astronómicos. En general todos promovían su extraordinario espíritu moral porque ahí convergían todos todo y todos.
El “sistema educativo” de los mexicas conformó seres humanos capaces de interpretar a la naturaleza y especies animales. En esa época la educación o formación de los mexicas fincó su misión de exaltar a los indígenas dentro de los principios de la naturaleza.
El derecho consuetudinario rigió la actividad de los mexicas. La fuente principal de su formación educativa fue la costumbre. Para el pueblo mexica, todo se regía en la vida humana y el cultivo de la tierra a partir del calpulli de la integración de Anáhuac.
La cultura mexica fue armónica: pretendió consolidar seres humanos capaces de interpretar la naturaleza, sentirla y conocerla y elevar culturas y concepciones. Infortunadamente, la Conquista de México generada por España. El Papa como vicario de Jesucristo, basado en el Tratado de Tordesillas (1494) la desintegró.
A partir de ahí, la Conquista de México fue para los reyes de España una verdadera cruzada religiosa, y así también fue tomada por los aventureros que acudieron al “Nuevo Mundo”: hombres sedientos de riquezas y poderes, que arriesgaron sus vidas y sus escasos bienes concertados con la Corona.
Los soberanos españoles, a cambio de la merced, se habían comprometido a cristianizar a los indígenas. Tres siglos después el “sistema educativo” hispano fue un eje grotesco y brutal que aportaremos en la segunda parte en lo referente a la educación de la Colonización.
Veremos y diremos, la segunda parte de la grotesca “política educativa de la colonización”.