/ jueves 1 de agosto de 2024

Incertidumbre económica en el horizonte

Hace apenas unos días Elon Musk confirmaba que esperaría hasta pasadas las elecciones en Estados Unidos para pensar nuevamente la inversión en la anunciada hace más de un año mega fábrica de autos eléctricos en Nuevo León, de momento quedaría suspendida de manera indefinida.

El anuncio lo menciona Elon Musk en el contexto de la elección de los Estados Unidos y en el caso de que gane Donald Trump las medidas que pueda tomar en cuanto a la repatriación de plantas de fabricación de productos americanos. Algo que suena más a meros pretextos que a otra cosa (sobre todo sabiendo como es del conocimiento público que Elon Musk es de los principales impulsores y patrocinadores de la campaña de Trump).

Trump también ha mencionado que de llegar a la Casa Blanca en noviembre aplicaría aranceles a los vehículos producidos en México lo que pudiera inclinar la balanza a no concretar la planta de fabricación Tesla en México. Veamos en caso de lograr la presidencia Trump que tanto de estos dichos y propuestas las lleva a la realidad. Debemos decir que Trump es un ferviente luchador por impulsar la industria americana lo que pudiera terminar por llevarse esa inversión a territorio americano. Por otro lado, seguramente también será prioridad de Trump blindar la industria automotriz americana que se ha visto muy reducida por los vehículos asiáticos principalmente.

A estos hechos derivados de la lógica electoral y política norteamericana hay que agregar a esta ecuación lo que ha venido sucediendo en México, que seguramente (aunque no lo haya comentado Elon Musk) estuvo en la mesa de análisis para la toma de la decisión. La conformación política en nuestro país casi con una representatividad absoluta por parte del oficialismo, con una oposición muy reducida, prácticamente sin contrapesos evidentes en el manejo de las “reglas del juego” en el cual se tienen que desarrollar las inversiones en un estado y sociedad. Por un lado, el marco jurídico está en entredicho con la reforma judicial que está por verse cómo se presenta en detalle para su votación, esta se presentará en el mes de septiembre así que ya veremos como queda. Por otra parte, la presidenta electa Claudia Sheimbaum ha mencionado que no visualizan una reforma fiscal ya que las finanzas públicas no lo requieren, además de que se cuentan con reservas históricas por el orden de los 200 mil millones de dólares.

Ante esto la secretaría de economía Raquel Buenrostro ha comentado que la inversión extranjera directa se encuentra en niveles históricos, por lo tanto, la inversión del orden de los 5 mil millones de dólares de Tesla no es para preocuparse. Puede que tenga razón, el problema es que este anuncio del hombre más adinerado del mundo no se vaya a volver tendencia con los factores previamente comentados. Al tiempo.

Correo: argaray123@gmail.com

Facebook: www.facebook.com/armandogarayr

Tw: armandogarayr


Maestro en mercadotecnia. Consultor de organizaciones.


Hace apenas unos días Elon Musk confirmaba que esperaría hasta pasadas las elecciones en Estados Unidos para pensar nuevamente la inversión en la anunciada hace más de un año mega fábrica de autos eléctricos en Nuevo León, de momento quedaría suspendida de manera indefinida.

El anuncio lo menciona Elon Musk en el contexto de la elección de los Estados Unidos y en el caso de que gane Donald Trump las medidas que pueda tomar en cuanto a la repatriación de plantas de fabricación de productos americanos. Algo que suena más a meros pretextos que a otra cosa (sobre todo sabiendo como es del conocimiento público que Elon Musk es de los principales impulsores y patrocinadores de la campaña de Trump).

Trump también ha mencionado que de llegar a la Casa Blanca en noviembre aplicaría aranceles a los vehículos producidos en México lo que pudiera inclinar la balanza a no concretar la planta de fabricación Tesla en México. Veamos en caso de lograr la presidencia Trump que tanto de estos dichos y propuestas las lleva a la realidad. Debemos decir que Trump es un ferviente luchador por impulsar la industria americana lo que pudiera terminar por llevarse esa inversión a territorio americano. Por otro lado, seguramente también será prioridad de Trump blindar la industria automotriz americana que se ha visto muy reducida por los vehículos asiáticos principalmente.

A estos hechos derivados de la lógica electoral y política norteamericana hay que agregar a esta ecuación lo que ha venido sucediendo en México, que seguramente (aunque no lo haya comentado Elon Musk) estuvo en la mesa de análisis para la toma de la decisión. La conformación política en nuestro país casi con una representatividad absoluta por parte del oficialismo, con una oposición muy reducida, prácticamente sin contrapesos evidentes en el manejo de las “reglas del juego” en el cual se tienen que desarrollar las inversiones en un estado y sociedad. Por un lado, el marco jurídico está en entredicho con la reforma judicial que está por verse cómo se presenta en detalle para su votación, esta se presentará en el mes de septiembre así que ya veremos como queda. Por otra parte, la presidenta electa Claudia Sheimbaum ha mencionado que no visualizan una reforma fiscal ya que las finanzas públicas no lo requieren, además de que se cuentan con reservas históricas por el orden de los 200 mil millones de dólares.

Ante esto la secretaría de economía Raquel Buenrostro ha comentado que la inversión extranjera directa se encuentra en niveles históricos, por lo tanto, la inversión del orden de los 5 mil millones de dólares de Tesla no es para preocuparse. Puede que tenga razón, el problema es que este anuncio del hombre más adinerado del mundo no se vaya a volver tendencia con los factores previamente comentados. Al tiempo.

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