El pasado lunes la Bolsa Mexicana de Valores cayó estrepitosamente después de las elecciones del pasado 2 de junio, el índice S&P/BMV IPC cerró la jornada de este lunes con una pérdida de 6.11% en 51,807.55 puntos, su peor caída desde marzo de 2020, año de la pandemia del coronavirus, lastrada por un desplome de las acciones de grupos financieros ante versiones de prensa de que el Gobierno entrante estaría analizando cambios fiscales al sector.
Los tres primeros días de la semana van a tener mucha volatilidad”, anticipó Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco Base, la situación se “compuso” si se pudiera decir de alguna forma, cuando el hoy Secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O, compareció ante inversionistas en una llamada telefónica, de dos minutos en donde manifestó que él seguirá de forma indefinida al frente de la Secretaría de Hacienda y se comprometió a;
Disminuir el endeudamiento generado cada año de cara a 2025 hasta niveles compatibles con un ratio deuda. PIB sostenible en el mediano plazo en torno al 3% del PIB.
Actualizar toda comunicación con inversores y agencias de calificación para confirmar nuestras prioridades; estabilidad macroeconómica y prudencia fiscal y la viabilidad de nuestros objetivos fiscales.
También ofreció estrechar la colaboración con PEMEX, aprovechando el apoyo que se reflejará en el congreso para optimizar el buen uso de los recursos públicos.
Confirmar a los organismos internacionales e inversionistas privados que nuestro proyecto se basa en la disciplina financiera, acatando la autonomía del Banco de México, el apego al estado de Derecho y facilitando la inversión privada nacional y extranjera.
La Asociación Mexicana de Bancos de México, manifestó que la llamada fue positiva, pero que no habrá claridad hasta saber cómo quedarán conformadas las cámaras legislativas.
¿Y cuál es el riesgo que ven los mercados? Pues es muy sencillo, derivado de las propuestas que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha postulado en cuanto a cobrar impuestos a los bancos, cambiar a la corte, eliminar organismos autónomos entre varias otras que envió en meses pasados cuando fue el aniversario de la Constitución, el pasado mes de febrero, reformas que con la conformación actual no pasaron, pero que si se llega a confirmar una mayoría sería posible llevar a cabo estos cambios, los cuales, claramente afectarán las inversiones y por ende la realidad económica del país.
Claro está que la próxima presidenta de México es Claudia Sheimbaum, y que ella deberá ser quien tome las decisiones, pero el riesgo que se advierte es que el presidente pueda llevar a cabo las reformas en el mes de septiembre si es que se confirma la mayoría, lo cual no sabremos hasta que el tribunal electoral defina todas las impugnaciones que se generarán en los próximos días.
Es pues, que reina la incertidumbre, todavía el panorama es incierto, si bien es cierto que Claudia proviene de un grupo social capitalista, también es cierto que ella se ha formado toda la vida en las teorías comunistas, habrá que esperar a ver qué es lo que realmente trae la nueva presidenta de México, si será alguien que se deje mover por el anterior presidente, o si ella tomará sus propias decisiones, y hacia qué rumbo considera que México deberá caminar.
Doctora en Responsabilidad Social. Reportera en Radio Universidad.
maruiza@uach.mx