/ sábado 21 de septiembre de 2024

Infonavit apuesta por la cobranza social

Durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, el Infonavit tuvo un papel clave en la implementación de políticas de vivienda y protección de los derechos de las y los trabajadores. Se impulsaron profundas transformaciones en el modelo de financiamiento y cobranza social; uno de los grandes pilares en esta materia fue la política de no desalojar, la cual rompió con el modelo tradicional de embargos y desalojos que, en gobiernos anteriores, afectó a miles de familias mexicanas.

Como parte de las medidas de cobranza social, se eliminaron los créditos impagables y se implementaron nuevas opciones para que las y los derechohabientes pudieran reestructurar su deuda y ponerse al corriente con los pagos. A través de estas acciones se beneficiaron 5.2 millones de personas.


Uno de los programas más importantes fue Responsabilidad Compartida, el cual permitió a 1.3 millones de trabajadores cambiar los créditos en Veces Salario Mínimo (VSM) a pesos, para evitar que su deuda siguiera incrementándose cada año debido a la inflación. Además, con esta acción se otorgaron descuentos a los acreditados por más de 89 mil millones de pesos.


En los años previos al gobierno de López Obrador, era común que las familias que no podían pagar sus créditos de vivienda enfrentaran el riesgo de perder sus hogares mediante procesos judiciales. Eso cambió en esta administración: las nuevas medidas no sólo protegieron los derechos humanos de las y los trabajadores, sino también brindaron estabilidad social, al garantizar que la vivienda, un derecho consagrado en la Constitución, no estuviera sujeta a los vaivenes económicos o financieros.


Para corregir las malas prácticas, se eliminaron las subastas y los juicios masivos. Ahora, el Infonavit ofrece distintas soluciones de cobranza social no sólo para evitar que los acreditados pierdan su vivienda, sino también para otorgarles más seguridad jurídica y financiera.


Pero la transformación también se reflejó en la construcción y rehabilitación de viviendas sociales. A través de programas como ConstruYO, los beneficiarios recibieron apoyos para construir sus propias casas, impulsando así la economía local y respetando las características culturales y geográficas de las comunidades. Asimismo, el instituto otorgó más de 2.6 millones de créditos durante estos seis años, lo que representa un crecimiento significativo en el acceso a la vivienda.


Con esa y otras medidas, el Infonavit puso a las y los trabajadores en el centro de todas sus acciones. Además, para entender de mejor manera a las personas y brindarles respuestas reales a sus necesidades, dejó el escritorio y realizó brigadas y ferias en todos los estados de la república.


Durante este sexenio se demostró que la vivienda puede gestionarse desde una perspectiva social, enfocada en el bienestar colectivo y en el respeto a los derechos humanos, generando un impacto positivo y tangible para millones de mexicanos.


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