Tuve la fortuna de recibir y leer un artículo muy interesante que compartió en su página de Twitter un muy respetado y admirado maestro periodista de Chihuahua, mi amigo José Luis Jáquez Balderrama, Palabra Propia, sobre una entrevista que realizó la periodista e investigadora española, doctora en Periodismo y profesora de la Universitat Oberta de Catalunya, Ana Bernal Triviño.
Dicha entrevista se la hizo a la periodista Rosa María Calaf, ampliamente conocida en el primer mundo como corresponsal de Radio Televisión Española en Estados Unidos, Moscú, Buenos Aires Argentina o la corresponsalía de Asia-Pacífico, quien además fue cofundadora de la televisión autonómica (de Estado) TV3 junto con el periodista Alfons Quintá.
Es muy breve el espacio que tengo para extraer los trazos más trascendentes de dicha entrevista que tiene que ver con el paradigma de una periodista internacional, respecto al mundo que nos rodea, el futuro del periodismo y la influencia de las redes sociales en la formación de la percepción y la opinión pública. Así que sólo incluiré algunas de las expresiones que considero dignas de un análisis y debate profundo entre quienes, desde la perspectiva académica, buscan comprender los entramados de la información, la formación y la comunicación noticiosa.
“Respuestas donde no guarda silencio ante ningún tema: ¿Cómo ve el mundo?”.
“Estamos en un momento de incertidumbre donde la ciudadanía cree que está informada, cuando está sólo entretenida, en realidad. Y eso es muy grave. La calidad de información que recibe es tan aceleradamente deteriorada que puede construir una sociedad muy indefensa. El no saber, no conocer…”.
“Pero los ciudadanos creen que saben. Claro, esa es la falacia. Porque si no sabes, intentas saber. Pero cuando ya te han convencido de que sabes todo, te das por satisfecho. Crees que con tantas pantallas, Twitter y Facebook ya es suficiente. Primero, eso no es verdad. Y segundo, piensa con qué calidad recibes la información. La información es cada vez más sesgada, menos independiente y menos rigurosa. Y así la ciudadanía se forma opinión en base a errores o mentiras. Una serie de parámetros extraordinariamente peligrosos porque con esa opinión tienes mucho riesgo de equivocarte y, en consecuencia, las decisiones que vayas a tomar van a afectar a ti, a tus hijos y a la construcción del mundo”.
Afirma que el periodismo es un pilar fundamental de la construcción social y del modelo social. Una sociedad que no está bien informada corre el riesgo de equivocarse al tomar decisiones. Va a ser involuntario porque desconoce lo que está pasando realmente, ni tampoco cómo la están conduciendo e induciendo a creer determinadas cosas y hechos que son falsos. Así acabas decidiendo en contra de tus intereses, pero a favor de los intereses de unos pocos”, a veces incluso de los propios periodistas.
Porque nuestros intereses van más allá de votar cada cuatro años.
Claro. La democracia, hasta que se demuestre lo contrario, es el menos malo de los sistemas pero lo es siempre que se ejerza como tal. Para ejercer la democracia tienes que saber qué votas. Votar sin saber qué votas no tiene ningún valor. Y ahí te preguntas. ¿Somos demócratas? ¿Estamos en una democracia? Con esas premisas no es verdad que estemos en una democracia.
La ciudadanía también tiene una responsabilidad...
Sí, y darse cuenta de que están siendo manejados y de que la democracia cada vez está más vacía, es una cáscara, una apariencia de democracia. Pero el núcleo interno no es una democracia. Y los poderes están mezclados, cosa que es evidente. Eso es muy peligroso porque deja al ciudadano en una indefensión absoluta.
Y en esta parte dejo en pausa el desarrollo de mi colaboración, para dar pie a continuar en la siguiente semana, no sin antes felicitar y agradecer al maestro José Luis Jáquez Balderrama, por su excelente selección de artículos para compartir.