Por M. Patricia Oros Ramos
Integrante del Comité de Participación Ciudadana del Estado de Chihuahua
Las administraciones de los tres niveles de gobierno deben contar con procesos de innovación, siendo indispensable que éstos representen un medio para la creación de valor público, esto es, que respondan a las necesidades, expectativas, intereses y niveles de satisfacción de los ciudadanos. Los gobiernos enfrentan el reto de encontrar modelos de desarrollo que les permitan adaptarse para garantizar e integrar competitividad económica, bienestar social y sustentabilidad. Deben ser dinámicos.
La innovación en la gestión pública busca generar nuevas formas y enfoques para abordar viejos problemas, implica mejorar el desempeño para contar con administraciones públicas más eficientes y eficaces, pero que generen impacto y contribuyan a la creación de valor para la sociedad. Busca mejorar los servicios que prestan para servir mejor a los ciudadanos y fortalecer así el vínculo entre el gobierno y sociedad. Estos procesos de innovación pueden ir desde la introducción de un nuevo servicio o mejorar la calidad de uno existente, hasta la implementación de nuevas estrategias para relacionarse con actores externos interesados en participar en los procesos decisivos.
La sociedad civil busca cada vez más intervenir en la toma de decisiones, especialmente en temas que nos afectan directamente, buscamos un servicio público más especializado, pero al mismo tiempo personalizado y que se adapte a nuestras necesidades. He ahí la relevancia que cobran los procesos de innovación gubernamental, sobre todo los que permiten mejorar la gobernanza local, la transparencia, la rendición de cuentas y la participación ciudadana, es decir, aquéllos que generan valor público.
Siendo el valor público el reconocimiento ciudadano de que los servicios que presta el gobierno son de calidad y satisfacen las necesidades, los gobiernos deben buscar generar ese valor mediante el consenso, la co-creación y la participación social para dar respuesta a los problemas que la ciudadanía percibe como relevantes e importantes.
Es por esto que las instancias de colaboración entre gobierno, actores económicos y sociedad civil, son la base para superar las deficiencias. Involucrar a la sociedad civil en esta co-creación permite aprovechar la creatividad y potencial de los ciudadanos en la solución de problemas públicos, comprometiéndoles y haciéndoles corresponsables.
Para que los gobiernos puedan generen valor público, deben modificar su gestión hacia un enfoque basado la co-creación, en otras palabras, cruzar el puente para diseñar procesos sistemáticos de creación de nuevas soluciones involucrando a la ciudadanía. Trabajar conjutamente con la ciudadanía, no sólo para ella.
“El valor de una nación no es otra cosa que el valor de los individuos que la componen.”