/ martes 11 de julio de 2023

La cultura del agua

Por Guillermo Luján Peña


El sábado pasado tuvimos un desayuno de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua con el presidente ejecutivo de la Junta Central de Agua y Saneamiento, JCAS, Ing. Mario Mata Carrasco, muy interesante, ya que el agua es un tema que en México no le hemos dado la importancia que tiene, hasta que nos quedemos sin ella, como le sucedió a Monterrey y sin agua no hay vida, así de simple.

El 85% del agua potable es usada en el campo, para los muy diversos cultivos que son nuestros alimentos o alimentos para los animales, que luego se convertirán en nuestros alimentos. En algunos lados se niegan a usar agua reciclada en la agricultura, en otros lugares usan el agua del drenaje para los cultivos y también se niega a usar otro tipo de agua, ya que dicen “si siempre hemos usado el agua del drenaje y no pasa nada”.

Por otro lado, muchas gentes del campo y de la ciudad, se roban el agua, así como tienen “diablitos” de la electricidad, tienen también del agua. Es una falta de cultura del agua y de conciencia de actuar siempre derechos, ya que lo que se roban de agua se la están quitando a alguien más y los costos serán cada vez más elevados en perjuicio de todos.

Alguien preguntó si la planta de la cervecería Heineken no estaba utilizando mucha agua en perjuicio de los habitantes de Meoqui y de la zona sur del estado y la respuesta fue muy contundente, la Heineken perforó por su cuenta tres pozos, los equipó totalmente y se los entregó a la Junta de Agua. Ahora la Junta de Agua le vende el agua a la Heineken a $70 el metro cúbico de agua, cuando en el uso residencial de esa zona se les vende en $6 el metro cúbico de agua, con lo cual se tienen los recursos para seguir explorando nuevas fuentes de agua potable para los habitantes.


El nogal es un árbol que consume mucha agua, pero más que nada es que usen el agua rodada para regar los árboles, es decir que riegan no solo la poza del árbol, sino toda la huerta, lo cual es un verdadero desperdicio de agua, pudiendo regar por goteo.

En las casas habitación, ni hablar de la conciencia del agua, si nos gusta hasta cantar La Traviata, ópera de Giuseppe Verdi, mientras estamos en la regadera o el Corrido de Chihuahua y nos gusta que nos caiga el agua con toda fuerza, habiendo regaderas de baño de bajo consumo de agua, que nomás no pegaron, porque la gente no “sentía” el masaje del agua. También hay gente que le gusta “barrer” con el chorro del agua las banquetas, la cochera, las terrazas.

También se platicó del tratado de aguas con Estados Unidos, tan famoso porque ha sido noticia desde hace algunos años, pero últimamente el estado mexicano de Tamaulipas y no los americanos, han estado insistiendo en que se van a llevar el agua de Chihuahua, que según ellos les corresponde por “el tratado”, siendo que si les mandáramos agua que se va por el río Conchos que se junta con el río Bravo en Ojinaga, con estos calorones se va a evaporar en el camino y no les va a servir de nada y a Chihuahua sí nos va a perjudicar, los tamaulipecos deberían ver cómo resuelven su problema de falta de agua sin perjudicar a Chihuahua.

Hace mucha falta la cultura del agua, la educación de todos, porque sin agua no hay vida, así de simple, así que, si no la cuidamos, puede ser que, en unos años, lo paguemos caro.