/ lunes 14 de diciembre de 2020

La importancia del aguinaldo

Tradicionalmente, patronas y patrones otorgaban algún monto de dinero de manera voluntaria a su personal subordinado, aparte del salario regular, como obsequio para las fiestas decembrinas. Hoy, de conformidad con la reforma a la Ley Federal del Trabajo de 1970, el artículo 87º indica que las y los trabajadores tienen el derecho a un aguinaldo que deberá pagarse antes del día 20 de diciembre, equivalente a 15 días de salario.

Las personas que no hayan cumplido el año de servicios, independientemente de que se encuentren laborando o no en la fecha de la liquidación del aguinaldo, tendrán derecho a que se les pague la parte proporcional del mismo conforme al tiempo que hubieren trabajado. Les corresponde a todas las personas que trabajan: de base, de confianza, de planta, sindicalizados, por obra o tiempo determinado, eventuales, comisionistas, agentes de comercio, de seguro y de ventas, entre otros semejantes.

Así como la integración a la seguridad social, las vacaciones y la prima vacacional, el pago de utilidades, los días de descanso, las primas dominicales y de antigüedad, el aguinaldo también forma parte de las prestaciones laborales que todas las personas empleadoras deben otorgar a su personal. Éstas tienen como objetivo principal el mejorar la calidad de vida personal, familiar y social de las personas trabajadoras, así como desarrollar en el personal un sentido de pertenencia a la organización y su protección a riesgos imprevisibles como los que hemos sido testigos este año.

Todo esto contiene el potencial para movilizar la energía de las y los trabajadores hacia el mejoramiento de sus comunidades y hacia los fines de la empresa que los emplea; y no existe ninguna duda de que las prestaciones laborales son fundamentales para mantener e incrementar la lealtad del personal a su empresa, así como la misma cohesión interna y efectividad de la organización. No sólo es una cuestión de justicia laboral, sino parte de todo un sistema que busca una seguridad social integral para la persona humana individual, algo absolutamente esencial si la intención es mantener y seguir construyendo un Estado de Derecho y de bienestar para todas y todos.

Muchas empresas han reconocido su parte en el vigente tema de la responsabilidad social y, resultado de sus buenas prácticas, han conocido de primera mano los beneficios que trae consigo, para sus actividades productivas, la creación de un ambiente de seguridad y de confianza: reducir los índices de rotación y ausentismo, prevenir insatisfacciones del personal, adquirir una ventaja competitiva en el reclutamiento, elevar la calidad de vida de las y los empleados y sus familias, propiciar la identificación del personal con la empresa, y conseguir altos niveles de productividad, entre otros. Como cualquier inversión, reditúa beneficios para la empresa y su personal.

En el español tenemos la palabra “estrena”, que significa una dádiva o presente que se da en señal y demostración de gusto, felicidad o beneficio recibido. Sinónimo de las palabras “regalo” y “aguinaldo”, e incluso de ella nace el verbo “estrenar”, que quiere decir hacer uso por primera vez de algo. En todo esto radica la idea de un inicio, de un buen principio de algo, y creo que es algo que debe acompañar al pago de esta prestación todos los años: la idea de comenzar bien, de estrenar bien el próximo año.