/ martes 8 de noviembre de 2022

La perseverancia, recompensa 

Por: Óscar Barraza


En Namiquipa somos mujeres y hombres determinados, decidimos con rapidez y con mucha claridad, pero tenemos una fuerte capacidad para perseverar en nuestros objetivos.

Comprendemos que aspirar a algo no es suficiente para que suceda, sino que debemos actuar de tal manera que conduzcamos a que las cosas sucedan, y es la perseverancia lo que deja espacio útil para que ocurran cuando el momento es preciso.

Hace poco más de un año, al mismo tiempo que decidimos juntos la continuidad de nuestro gobierno en base a los resultados construidos en equipo, decidimos poner nuestra confianza en una nueva administración estatal; junto a nuestra esperanza, depositamos en esa opción muchas de nuestras aspiraciones colectivas, todas relacionadas a la edificación de un Namiquipa más próspero para nuestras hijas e hijos.

Recorrimos momentos de espera, lo hicimos entre la insistencia y la disposición a colaborar para construir en conjunto. Aquí hemos creído siempre que el trabajo en equipo es una de las armas más poderosas para lograr objetivos.

Son muchas las materias pendientes que se quedaron a la espera de respuestas en la administración anterior del Gobierno del Estado, pero también son muchas las que históricamente han sido ignoradas, por eso nuestro esfuerzo ha sido siempre “desbloquear” los asuntos a los que se les saca la vuelta y generar una dinámica de gobierno que no deje lugar a los pretextos, a la simulación y a la ineficiencia.

Hace un par de semanas, la Gobernadora del Estado visitó Namiquipa, trajo consigo resultados que en su tiempo fueron propuestas de campaña, cumplió en este momento con su parte.

Personalmente, algo que respeto de manera primordial es el valor que las personas le asignamos a la palabra, cuando cumplimos un compromiso hablamos de toda una estructura de vida que nos describe.

En ese entendido a Namiquipa le hemos cumplido y lo hizo también el Gobierno del Estado, esto sin duda marca una pauta que nos obliga a seguir haciéndolo desde la perspectiva de que el cumplimiento obliga al cumplimiento.

Y es que así lo hemos practicado en Namiquipa durante los últimos cuatro años: los ciudadanos cumplen y el gobierno municipal cumple; ahora se suma a esta dinámica el gobierno estatal y esto nos confirma que la virtud se replica cuando se observa como una condición tendiente a circular.

En Namiquipa apostamos por una nueva forma de hacer las cosas, una que apunta a la generación de círculos virtuosos donde todo inicia en el valor que le asignamos a la palabra, y por ende, en los sistemas que establecemos para cumplirla.

Con esta nueva forma de unir a sociedad y gobiernos, desde esta tierra de trabajo avanzamos hacia un Chihuahua que supera con resultados los paradigmas de la inercia conocida, para adentrarnos en la proactividad eficiente donde la ley por excelencia es la eliminación de los pretextos.

Así, seguimos avanzando.