/ viernes 28 de julio de 2023

La realidad artificial vs el campo chihuahuense

Las recientes declaraciones del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, en las que asegura que en nuestro estado existe un acaparamiento de agua y que son una minoría de agricultores los que tienen el control del agua, aseverando que es falso que la gente esté sin este recurso en el estado, confirman la realidad artificial en la que vive el líder del Ejecutivo nacional.

Es vergonzoso escuchar al mandatario la manera en que se refiere a Chihuahua y su gente, cada vez, es más abrumador la manera en que México se parte en pedazos, por no contar con un presidente leal a su patria por la cual trabaje por igual, sin distingos, sin sesgos, y sin fobias, que propicien un desarrollo económico real en el territorio nacional.

Cada vez es más decepcionante el centralismo excesivo del presidente de la república, en su afán de mantener control sobre todo recurso natural, económico y social de nuestro país, buscando un acaparamiento excesivo y fuera de la realidad; con total desconocimiento de las necesidades de las entidades federativas.

Y no consciente de ello, se empeña en seguir recalcando su desdeño al campo chihuahuense, con recortes a los subsidios y apoyos a los productores, con alzas en los combustibles y energías, dejando a Chihuahua sin programas como el Fortalecimiento para la Seguridad (Fortaseg), haciendo una disminución de los recursos del Fondo de Aportación de Seguridad Pública (FASP), así como la eliminación del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), siendo realmente el gobierno federal quien está acaparando todos los recursos públicos para sus proyectos de la Refinería Dos Bocas y el Tren Maya.

Lo que pasa en el estado de Chihuahua es una defensa prudente, legítima y propia por parte de los productores del campo, y de todos los involucrados, ante un recurso que no es abundante y que ha puesto al borde del colapso al sector productivo chihuahuense.

Es muy lamentable que el presidente se dedique a estigmatizar a los productores en lugar de escucharlos; poniéndoles contra la pared, sin ningún tipo de soporte, incluso empleando una política para liberar de aranceles a productos de la canasta básica que se producen en otros países, lo que ha derivado en una competencia desleal que merma al sector agropecuario, y a los productores locales.

La situación se agrava por la intensa sequía y la falta de precipitaciones pluviales en los estados del norte del país, ponen en zozobra a más de 77 mil productores agrícolas, que corren el riesgo de no completar su producción; ante ello las organizaciones de productores de la región centro-sur del estado han manifestado que con el agua existente en las presas La Boquilla, Las Vírgenes y El Granero no se asegura concluir el ciclo agrícola 2023-2024 lo que afectaría a más de 120 mil 293 hectáreas de más de 145 mil nominadas para riego, en los diversos distritos del estado.

Hoy más que nunca requerimos un Ejecutivo federal con sensibilidad para con Chihuahua y que apoye verdaderamente a los productores, No uno, que asigne a la entidad el 0.14% del presupuesto federal en materia Hidroagrícola, que limite todo tipo de apoyo a los productores y que desde el centralismo de ciudad de México estigmatice a más de 200,000 habitantes de la región centro-sur que dependen directamente del recurso hídrico para su subsistencia.

Necesitamos un gobierno federal con altura de miras, sensible y empático a las necesidades del sector productivo chihuahuense, un presidente de la república que no viva en una realidad artificial.

Maestro en Internacionalización del Desarrollo Local. Diputado local

edgarpinond21@gmail.com

Las recientes declaraciones del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, en las que asegura que en nuestro estado existe un acaparamiento de agua y que son una minoría de agricultores los que tienen el control del agua, aseverando que es falso que la gente esté sin este recurso en el estado, confirman la realidad artificial en la que vive el líder del Ejecutivo nacional.

Es vergonzoso escuchar al mandatario la manera en que se refiere a Chihuahua y su gente, cada vez, es más abrumador la manera en que México se parte en pedazos, por no contar con un presidente leal a su patria por la cual trabaje por igual, sin distingos, sin sesgos, y sin fobias, que propicien un desarrollo económico real en el territorio nacional.

Cada vez es más decepcionante el centralismo excesivo del presidente de la república, en su afán de mantener control sobre todo recurso natural, económico y social de nuestro país, buscando un acaparamiento excesivo y fuera de la realidad; con total desconocimiento de las necesidades de las entidades federativas.

Y no consciente de ello, se empeña en seguir recalcando su desdeño al campo chihuahuense, con recortes a los subsidios y apoyos a los productores, con alzas en los combustibles y energías, dejando a Chihuahua sin programas como el Fortalecimiento para la Seguridad (Fortaseg), haciendo una disminución de los recursos del Fondo de Aportación de Seguridad Pública (FASP), así como la eliminación del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), siendo realmente el gobierno federal quien está acaparando todos los recursos públicos para sus proyectos de la Refinería Dos Bocas y el Tren Maya.

Lo que pasa en el estado de Chihuahua es una defensa prudente, legítima y propia por parte de los productores del campo, y de todos los involucrados, ante un recurso que no es abundante y que ha puesto al borde del colapso al sector productivo chihuahuense.

Es muy lamentable que el presidente se dedique a estigmatizar a los productores en lugar de escucharlos; poniéndoles contra la pared, sin ningún tipo de soporte, incluso empleando una política para liberar de aranceles a productos de la canasta básica que se producen en otros países, lo que ha derivado en una competencia desleal que merma al sector agropecuario, y a los productores locales.

La situación se agrava por la intensa sequía y la falta de precipitaciones pluviales en los estados del norte del país, ponen en zozobra a más de 77 mil productores agrícolas, que corren el riesgo de no completar su producción; ante ello las organizaciones de productores de la región centro-sur del estado han manifestado que con el agua existente en las presas La Boquilla, Las Vírgenes y El Granero no se asegura concluir el ciclo agrícola 2023-2024 lo que afectaría a más de 120 mil 293 hectáreas de más de 145 mil nominadas para riego, en los diversos distritos del estado.

Hoy más que nunca requerimos un Ejecutivo federal con sensibilidad para con Chihuahua y que apoye verdaderamente a los productores, No uno, que asigne a la entidad el 0.14% del presupuesto federal en materia Hidroagrícola, que limite todo tipo de apoyo a los productores y que desde el centralismo de ciudad de México estigmatice a más de 200,000 habitantes de la región centro-sur que dependen directamente del recurso hídrico para su subsistencia.

Necesitamos un gobierno federal con altura de miras, sensible y empático a las necesidades del sector productivo chihuahuense, un presidente de la república que no viva en una realidad artificial.

Maestro en Internacionalización del Desarrollo Local. Diputado local

edgarpinond21@gmail.com