“Si hice un compromiso, me mantengo firme en ese compromiso e intento hacerlo realidad. Porque cuando te conviertes en líder, la cosa más importante que tienes es tu palabra, tu confianza. De ahí es donde viene el respeto”. (Michelle Obama).
Es reflejo de integridad, valentía y honestidad saber cumplir los compromisos contraídos sin buscar salidas que justifiquen su incumplimiento. Porque lo más sencillo es eso, buscar eludirlos de una forma que no exista elemento alguno que vaya a alterar la conciencia ante la decisión personal de no cumplir los compromisos contraídos.
Cuando el presidente argumenta que “los compromisos se cumplen”, los gobernados esperamos que esto sea aserto y esperamos el tiempo justo para ver reflejado el cumplimiento cabal de los compromisos contraídos. Desgraciadamente en nuestro “Estado Grande” es notoriamente claro que los compromisos de campaña contraídos por quien hoy asume la máxima posición en el Gobierno del Estado, no reflejan que se vayan cumpliendo muchas de las acciones prometidas.
Le quedó grande el cumplimiento de la mejora al transporte urbano, que fue uno de sus principales compromisos de campaña, los usuarios, sobre todo de las colonias periféricas siguen sufriendo de un sistema de transporte caro e ineficiente, también le quedó grande el cumplimiento del combate a la inseguridad. Seguimos en los primeros lugares en inseguridad, las ejecuciones, feminicidios y acciones de la delincuencia común y organizada siguen al alza sin que el compromiso contraído sea una realidad.
Le quedó grande el que “los periodistas gozarían de una libertad nunca antes vista”, los continuos ataques a medios que le critican lo dicen todo, con violaciones a la libertad de expresión, demandas en países extranjeros, favoritismos en el manejo de los recursos públicos, asignación irregular de contratos a medios (Canal 28), ausencia de una ley que realmente cobije la actuación de los medios ante las acciones gubernamentales y el acotamiento hasta para tomar fotografías incautando bienes como el caso del reportero Gabriel Venzor lo dicen todo.
Le quedó grande la pretendida “Justicia para Chihuahua”, los grandes “ladrones” en la anterior administración siguen libres, algunos sin siquiera haber sido tocados con el pétalo de una notificación y el “vulgar ladrón” sigue disfrutando de lo que se llevó sin preocuparse por los mensajes de que “ya merito” va a ser sometido a la justicia.
Le quedó grande la legalidad, imparcialidad y honestidad en muchos casos de nombramientos de funcionarios, intromisiones en las decisiones que correspondían a los otros poderes con nombramientos de funcionarios carnales, jueces y magistrados.
Los compromisos se cumplen o se pierde la confianza y se trastoca el honor.
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