/ lunes 19 de agosto de 2024

Los hombres nos vamos, pero las obras y acciones se quedan

La vida se compone de ciclos, y es momento de cerrar uno más en la historia de esta ciudad que nos arropa y nos motiva; seminario de talentos y hábitat de gente trabajadora y noble, de quienes día a día aportan con su talento y perseverancia un significativo granito de arena para encaminarnos todos al progreso.

El tiempo de representar y trabajar para los parralenses toca a su fin, han sido tres años de pugnar por el beneficio colectivo y emprender acciones humanas cifradas en el bien y de cara al éxito de todos.

Durante la administración municipal que he tenido el alto honor de encabezar, cada uno de quienes me acompañaron en el camino han puesto su mejor esfuerzo para atender las necesidades de cada habitante de Parral.

Ponderamos acciones encaminadas al aspecto social y ello fue el principal estandarte que decidimos manejar durante este tiempo, estableciendo programas cruciales para beneficio de las familias.

Dejamos a la ciudad aspectos como el beneficio a la salud con Médico en Tu Casa, resarcimos en gran manera la necesidad prioritaria de los hogares con Canasta Solidaria, implementamos dos tortillerías municipales y dimos paso a otros aspectos con el velatorio municipal y un nuevo panteón.

No establecimos criterios personales para invertir en obras, ya que a través del presupuesto participativo atendimos de manera directa las necesidades de la población para elaborar los proyectos y así canalizar los recursos a lo señalado por la gente.

Fortalecimos el aspecto turístico de la ciudad aprovechando el nombramiento de Pueblo Mágico, y fue durante nuestra gestión cuando derivado del centenario luctuoso del general Francisco Villa se puso el nombre de Parral en todo el mundo.

Pese a no estar dentro de las responsabilidades del gobierno municipal, le apostamos a la educación con infraestructura y apoyos con uniformes para el alumnado.

Estoy cierto que siempre quedarán cosas por hacer, más estos tres años buscamos atender con puntualidad cada necesidad desde un gobierno de amplio sentido social, en campo, cercano a la gente superando incluso una pandemia mundial, y nunca bajamos la guardia en una ciudad que todo lo puede unida.

A quienes habrán de llegar les deseo muy buena suerte, y los insto a dar seguimiento a lo que nosotros hemos dejado sembrado.

Concluye así, un trienio basado en el trabajo conjunto y la actitud siempre positiva pese a las adversidades, nos empeñamos en servir pero también hemos aprendido.

El libro que nos dio la sociedad para escribir llega a su última página, quedando para la posteridad la entrega de hombres y mujeres que comprometidos dieron siempre lo mejor de sí.

En los anales de la historia queda el registro de lo logrado, y al paso de los años se recordará por qué decidimos mostrar siempre la frase que nos identifica, como La Capital de lo Bueno.

Aunque desde otras trincheras, continuaré haciendo lo necesario para que esta bendita tierra siga creciendo en todos los sentidos.

Muchas gracias Parral.

Porque bien es cierto que los hombres nos vamos, pero las obras y acciones se quedan.


La vida se compone de ciclos, y es momento de cerrar uno más en la historia de esta ciudad que nos arropa y nos motiva; seminario de talentos y hábitat de gente trabajadora y noble, de quienes día a día aportan con su talento y perseverancia un significativo granito de arena para encaminarnos todos al progreso.

El tiempo de representar y trabajar para los parralenses toca a su fin, han sido tres años de pugnar por el beneficio colectivo y emprender acciones humanas cifradas en el bien y de cara al éxito de todos.

Durante la administración municipal que he tenido el alto honor de encabezar, cada uno de quienes me acompañaron en el camino han puesto su mejor esfuerzo para atender las necesidades de cada habitante de Parral.

Ponderamos acciones encaminadas al aspecto social y ello fue el principal estandarte que decidimos manejar durante este tiempo, estableciendo programas cruciales para beneficio de las familias.

Dejamos a la ciudad aspectos como el beneficio a la salud con Médico en Tu Casa, resarcimos en gran manera la necesidad prioritaria de los hogares con Canasta Solidaria, implementamos dos tortillerías municipales y dimos paso a otros aspectos con el velatorio municipal y un nuevo panteón.

No establecimos criterios personales para invertir en obras, ya que a través del presupuesto participativo atendimos de manera directa las necesidades de la población para elaborar los proyectos y así canalizar los recursos a lo señalado por la gente.

Fortalecimos el aspecto turístico de la ciudad aprovechando el nombramiento de Pueblo Mágico, y fue durante nuestra gestión cuando derivado del centenario luctuoso del general Francisco Villa se puso el nombre de Parral en todo el mundo.

Pese a no estar dentro de las responsabilidades del gobierno municipal, le apostamos a la educación con infraestructura y apoyos con uniformes para el alumnado.

Estoy cierto que siempre quedarán cosas por hacer, más estos tres años buscamos atender con puntualidad cada necesidad desde un gobierno de amplio sentido social, en campo, cercano a la gente superando incluso una pandemia mundial, y nunca bajamos la guardia en una ciudad que todo lo puede unida.

A quienes habrán de llegar les deseo muy buena suerte, y los insto a dar seguimiento a lo que nosotros hemos dejado sembrado.

Concluye así, un trienio basado en el trabajo conjunto y la actitud siempre positiva pese a las adversidades, nos empeñamos en servir pero también hemos aprendido.

El libro que nos dio la sociedad para escribir llega a su última página, quedando para la posteridad la entrega de hombres y mujeres que comprometidos dieron siempre lo mejor de sí.

En los anales de la historia queda el registro de lo logrado, y al paso de los años se recordará por qué decidimos mostrar siempre la frase que nos identifica, como La Capital de lo Bueno.

Aunque desde otras trincheras, continuaré haciendo lo necesario para que esta bendita tierra siga creciendo en todos los sentidos.

Muchas gracias Parral.

Porque bien es cierto que los hombres nos vamos, pero las obras y acciones se quedan.