Por: Oscar A. Viramontes Olivas
Durante la Revolución Mexicana, se vivió un clima de xenofobia y racismo, que afectó especialmente a la comunidad china en México, por ejemplo, uno de esos revolucionarios que tuvieron esos sentimientos encontrados contra dicha comunidad, fue Francisco Villa, una de las figuras más emblemáticas del periodo revolucionario, que, aunque lo nieguen muchos, tuvo un papel polémico y represor, en el tratamiento hacia las comunidades chinas, en particular en el norte del país, y como, se comentó en la primer entrega, la llegada de estos inmigrantes a finales del siglo XIX, y principios del XX, fue entonces cuando, atraídos por la expansión económica, bajo el régimen de Porfirio Díaz, llegaron al país para quedarse.
Aunque en muchos de los relatos de la Revolución Mexicana (1910-1920), Francisco Villa, conocido como el "Centauro del Norte", ha sido recordado a lo largo del tiempo, como “un héroe popular”, que luchó por los derechos de los campesinos y los pobres. Sin embargo, su legado tiene también varios capítulos muy oscuros, que aunque algunos insistan en que no son ciertos o los justifiquen, es evidente, las marcadas persecuciones llevadas a cabo por los villistas a las comunidades chinas. A través de esta crónica, se explora cómo los ideales revolucionarios, se entrelazaron con el racismo y la violencia contra este grupo minoritario. Ante esta situación, en el norte de México, donde Francisco Villa ejerció una gran influencia, los chinos, se asentarían en ciudades, como: Torreón, Chihuahua y Ciudad Juárez, y su crecimiento económico, su fuerte cohesión comunitaria, y las diferencias culturales, los convirtieron en blancos de críticas y prejuicios.
Cuando llegó el ascenso del revolucionario Francisco Villa a los escenarios de guerra y la política, la tensión racial empezó a subir de tono, ya que, el Centauro, emergería como un líder carismático y feroz, luchando inicialmente bajo la bandera de Francisco I. Madero, asesinado por Victoriano Huerta. Aunque su causa era inicialmente de “justicia social”, las acciones de Villa hacia los chinos, quedaron en entredicho, ya que fueron marcadas por una mezcla de pragmatismo político y racismo generalizado en la época. Con el paso del tiempo, las primeras señales de hostilidad contra ellos, se haría evidente cuando el revolucionario, implementaría medidas que restringían las actividades comerciales de los chinos, en territorios bajo su control, argumentaba que su presencia perjudicaba económicamente a los mexicanos.
Eran tiempos de “vacas flacas”, de nubarrones que se esparcían por el cielo, indicando malos presagios a todas las poblaciones, principalmente del centro y norte de México, pero específicamente en Chihuahua, porque vendrían cosas obscuras, y apocalípticas en contra de los chinos, esto era, que aparte de la restricción a que fueron objetos, de no tener medios productivos en la zona villista, también se daría la orden de emprender acciones de confiscación de propiedades por parte de las huestes villistas, abusando de la dignidad de estas personas, y causando incluso, crímenes en contra de mujeres y niños. La justificación de estas abusivas acciones, fue que, se necesitaba financiar la lucha del ejército villista, pero la verdad que algunos defienden con pruebas, era un total acto de represión y odio contra estos inmigrantes, porque incluso, se les llegó a acusar de ser aliados de los enemigos de Villa. Sin duda, fueron tiempos como los que vivieron los judíos en la época de la Alemania Nazi que, justificando ideologías encaminadas a “la raza superior”, y al supuesto control de la economía mundial por parte de las comunidades hebreas, fueron objetos de una atroz persecución y muerte.
Un hecho que marcó la represión villista contra los chinos, fue la masacre ocurrida en la ciudad de Torreón en 1911, pero, aunque Villa no estuvo directamente involucrado, la masacre de Torreón, marcaría un importante precedente en la escalada de violencia contra los chinos. Así mismo, en mayo de 1911, varias tropas maderistas y simpatizantes locales, atacarían a la comunidad china, matando a más de 300 personas, saqueando negocios y destruyendo propiedades; este terrible y nefasto evento, reflejó el profundo resentimiento hacia esta comunidad de inmigrantes, alimentado por la propaganda que los acusaba de explotar a los mexicanos. Sin embargo, en ese entonces, Francisco Villa, todavía no era considerado como un líder destacado, sin embargo, los hechos de Torreón, sentaron un triste registro para las acciones anti chinas posteriores, en el norte de México, pues, era estar de mal en peor, huyendo de su país (China) para buscar nuevos horizontes y enfrentarse aquí a situaciones horripilantes.
Seguía la “mata dando” y Francisco Villa, no daba marcha atrás a su arrogante campaña antichina, ya que, al consolidarse como un verdadero líder revolucionario en 1913, hecho la casa por la ventana haciendo y deshaciendo a su capricho, pues, ya controlaba extensos territorios en el norte de México, lo que, fue una terrible pesadilla para mucha gente, incluyendo a los chinos; en estos lugares de enorme influencia, su trato hacia estos, se volvería más sistemático y violento, por ello, él justificaba estas acciones, como parte de una lucha por la “justicia social”, pero en realidad, respondían tanto a prejuicios raciales, como a necesidades económicas y políticas. Fue así que, en la ciudad de Chihuahua y Ciudad Juárez, Villa ordenaría la expulsión de una masa importante de familias orientales, que ya estaban completamente asentadas en nuestro terruño desde finales del siglo XIX y principios del XX, por ello, con actos de persecución y represión que se prolongaron durante varios años en varias regiones, fueron forzadas a abandonar sus hogares bajo amenaza de muerte.
Pronto entonces vendrían los saqueos y la violencia a gran escala, pues sus negocios fueron arrasados por las tropas villistas, quienes justificaban estas acciones, como un "reajuste económico" a favor de los mexicanos, “imagínese nomás”, decía mi abuela, pues en varios casos, éstos serían ejecutados bajo acusaciones de espionaje, o colaboración con los enemigos de la Revolución, claro, sin previo juicio, pues para Villa, no existía la ley, sólo su palabra. En este sentido, en la ciudad de Chihuahua, el líder revolucionario, implementaría políticas específicas contra este grupo, ordenando la confiscación de bienes, y la prohibición de actividades comerciales. Se dice que, justificaba estas medidas, argumentando que los chinos, "robaban" el trabajo y las oportunidades de los mexicanos.
Todas estas desventuras, causarían que un sinnúmero de familias, huyese de Chihuahua hacia el extranjero, ya que, la persecución villista, forzaría a que estos buscaran refugio en Estados Unidos, o en otros países de América Latina; otros, cruzaron la frontera hacia El Paso, Texas, mientras que muchos más, regresaron a su país. Sin embargo, ante este batidero que generaba la guerra, Villa, al igual que otros líderes revolucionarios, se ampararon en discursos populistas para justificar estas cruentas acciones; alegaban que estaban defendiendo los intereses de los mexicanos pobres, frente a una supuesta amenaza económica. Sin embargo, el racismo de la época, jugó un papel central en estas decisiones, pues la persecución de los chinos durante la Revolución Mexicana, diezmó su población en el norte de México y en específico en Chihuahua; los sobrevivientes, enfrentarían décadas de estigmatización y dificultades para reintegrarse.
No existe un registro exacto, de cuántos miembros de la comunidad china murieron específicamente a manos de las tropas de Francisco Villa en Chihuahua. Sin embargo, sabemos que la violencia, y persecución contra ellos fue severa. Durante el período en que Villa controló Chihuahua, principalmente entre 1913 a 1915, las comunidades chinas en las ciudades bajo su mando, sufrirían expulsiones, saqueos, confiscaciones de bienes y ejecuciones. Muchos asesinatos, no fueron registrados oficialmente, ya que, las masacres y ejecuciones extrajudiciales, no siempre fueron reportadas en documentos formales. Las políticas de Villa, resultaron en el desmantelamiento casi total de la comunidad en el Estado. Los que no fueron asesinados o encarcelados, tuvieron que huir hacia otras regiones o al extranjero, especialmente a Estados Unidos y en 1916, un censo informal, estimó que la población china en Chihuahua, se había reducido en comparación con años anteriores.
Finalmente, el capítulo de Francisco Villa y su persecución hacia las comunidades chinas, es una muestra de las contradicciones de la Revolución Mexicana, que se dice en los libros que fue para la igualdad de todos y mientras se luchaba por la justicia social y la igualdad, Villa participaría en actos de discriminación y violencia que, dejaron una huella indeleble en las comunidades orientales. Este episodio, por mucho tiempo ignorado, subraya la necesidad de abordar la Revolución Mexicana, no solo desde sus logros, sino también desde sus fallas y sus sombras…Esta crónica continuará.
Los inmigrantes chinos: su llegada al estado y ciudad de Chihuahua, forma parte de los Archivos Perdidos de las Crónicas Urbanas. Si usted tiene información que quiera compartir para esta sección y si desea también adquirir los libros: “Los Archivos perdidos de las Crónicas Urbanas”, Tomo I, al XIII, mandé un mensaje al celular 614 148 85 03 y con gusto lo entendemos o bien, adquiéralo en la librería Kosmos localizada en la calle Josué Neri Santos No. 111.
Fuentes de Investigación:
Hu-DeHart, Evelyn "Racismo y persecución antichina en México" , American Historical Review, vol. 86, No. 3, 1981; Romero, Robert Chao "The Chinese in Mexico, 1882-1940".
Doctor en Administración. Maestro investigador FCA-UACh.
violioscar@gmail.com
oviramon@uach.mx