Sin espectaculares, sin pretender cargos políticos ni lucro alguno, se preocupan y buscan mejorar la ciudad de Chihuahua. Son dos grupos ciudadanos que alzan su voz para demandar mejoras o impedir graves daños a nuestra ciudad.
En este espacio retomé antes la exigencia de un grupo de personas que se preocupan y ocupan por el lamentable estado de la Ciudad Deportiva.. En su tiempo, la Depor fue orgullo de las y los chihuahuenses, la mayor área verde urbana del estado, con instalaciones de avanzada en aquel tiempo:. Nuevas instalaciones educativas, deportivas y hasta comerciales han ido mermando la superficie de este gran parque público.
Ahora este pulmón padece de enfisema y de cáncer. Lo hacen notar todos los días las personas que la visitan, la recorren y la disfrutan... Es una comunidad que se autodenomina “Amigos de la Depor” . En un escrito acompañado de más de 200 firmas hacen el recuento de las dolencias de la Ciudad Deportiva: han muerto varias decenas de los supuestamente 6 mil 800 árboles que tiene, por causas desconocidas, por viejos o por falta de mantenimiento. Contra lo que.afirman las autoridades estatales, no se constata una plantación significativa de árboles o arbustos nuevos. La arboleda y los prados son contaminados por los puestos de comidas, de diversión y hasta de ropa. Señalan, además, la falta de educación de los usuarios de la depor, que tiran basura,maltratan los árboles y el césped, etc,
Debe resaltarse la buena disposición de este grupo: no sólo demandan al Gobierno del Estado que tome acciones para salvar la Depor, también ofrecen colaborar en el rescate de este pulmón enfermo de Chihuahua. Si no los escuchan van a tener que hacer su jogging y caminatas matinales en el Palacio de Gobierno.
El otro grupo ha ganado ya notoriedad nacional por su valor civil, propuestas y acciones. Es el colectivo Salvemos los Cerros de Chihuahua. Su lucha es por el otro gran pulmón y fábrica de agua de la Capital del Estado: nuestros cerros, que podrán parecer pelones para muchos pero son monumentales seres llenos de vida vegetal y animal, moderan nuestro extremoso clima, contribuyen a capturar carbono,regalarnos oxígeno y recargan nuestro acuíferos y arroyos, .
A Salvemos los Cerros se han sumado las y los vecinos de la zona de Valle Escondido. Les preocupa la decisión de construir el campus de la exclusiva y legionaria Universidad Anáhuac en el Cerro del Caballo. Porque no sólo se trata del desmonte para edificar el lujoso plantel con los consecuentes perjuicios para la flora, fauna, paisaje urbano y acuíferos, sino de las vialidades que va a requerir, y el sueño inmobiliario de la famosa “Poniente Cinco” que ya tendrá frotándose las manos a varios negociantes de la madre tierra. Denuncian además que se han talado encinos centenarios, que se han dañado cauces federales de agua y que es insuficiente la infraestructura para el agua potable.
Pero las cúpulas que deciden, incluyendo aquí a las muy católicas autoridades de la Universidad Anáhuac, están impedidas para comprender las quejas ciudadanas. Si la información que se les brinda sobre los daños ambientales no les cuadra, peor para la información. Salvemos los Cerros denuncia que los estudios de impacto ambiental se han hecho basándose en datos falsos y que no hay transparencia sobre el eventual conflicto de intereses entre el Instituto Municipal de Planeación y una de las empresas que hace los estudios para los cambios de uso de suelo.
Ante esto, las personas de Salvemos los Cerros han interpuesto un amparo y lograron que un buen número de personas se sumen a él en una asamblea pública celebrada el viernes pasado, además harán entregarán a PROFEPA todas las denuncias que la ciudadanía interponga a este respecto.
La ciudadanía chihuahuense sigue tocando a la puerta de las autoridades y éstas siguen ignorándola. Los oídos sordos y el conflicto de intereses son también una forma de corrupción del pasado, del presente y, si sigue la impunidad, del futuro.